Este es mi Ferrol

Manuel Galdo-  Texto y fotos Manuel

La ría de Ferrol, la nuestra, orientada de NO. a SO. tiene una serie de valores a menudo olvidados y lo que es peor empañados por el estado calamitoso en que se encuentra debido a los vertidos, a los rellenos, a los atrancos artificiales, léase puerto exterior, haciendo este último un embudo que dificulta los movimientos mareales, cuyas corrientes al ver variado su rumbo forzadamente están provocando  el depósito de sedimentos en zonas antes insospechadas con los problemas que ello supone. Está cerrada por las puntas del Segaño y Prioriño, este último con el añadido del puerto exterior, flanqueada por altos montes que conforman un canal de profundidad variable que da paso a grandes ensenadas: Cariño, El Baño, La Malata, Caranza, y cabos y esteiros hasta la desembocadura del rio Jubia en su extremo Noroeste.

Situado en el Golfo Artabro, el Portus Magnus Artabrorum, o sea nuestra ciudad, es hoy conocida como Ferrol, pero a mediados del siglo XVIII  fue conocida como El Ferrol, hasta que en 1938 por orden del Ministerio del Interior se le da el nombre de El Ferrol del Caudillo en memoria del General Francisco Franco, nativo de la ciudad. El 28 de Diciembre de 1982 el ayuntamiento aprueba una moción para recuperar el nombre anterior de El Ferrol y no es hasta 1984 que el municipio recupera su nombre original de Ferrol, actualmente nombre oficial de la ciudad.  Pero lo que no está nada claro es la procedencia de este nombre, ya que unos historiadores lo relacionan con la existencia de un antiguo farol que incluso forma parte de su escudo, y otros —Montero y Aróstegui— lo relacionan con San Ferreol, quien peregrinó por Galicia en el siglo IX y habría llegado en barco a tierra ferrolana.

Ferrol nace como una villa de pescadores. Mediado el siglo XIX, la ya ciudad está dividida en tres barrios: Centro o Población nueva, Esteiro y Ferrol Viejo, el primero está formado por 22 calles y traviesas, con 23 cuenta el barrio de Esteiro y hasta 20 son las que componen el de Ferrol Viejo, el alumbrado público es de petróleo y el ayuntamiento dispone de un cuerpo de policía urbana y un cuerpo de guardia municipal acorde con la importancia de la ciudad, contando además con vigilantes nocturnos conocidos como «serenos», que atendían el cierre y apertura de los portales de las viviendas cuando después de las doce de la noche eran requeridos por sus inquilinos para hacerlo, se les llamaba con dos palmadas que en el silencio de la noche eran reclamo suficiente para llamar su atención, siendo los solicitantes atendidos con celeridad por estos servidores públicos quienes al grito de «sereno va» atendían la llamada. Hacían  patente su presencia en las calles al grito de «las 12 en punto y sereno» anunciando también de este modo la hora que corría en ese momento. Subsistían con un salario mínimo, las propinas y los «aguinaldos» de los usuarios, en 1970 aún quedaban algunos rondando por el barrio de la Magdalena.

Corría 1883 cuando Víctor M. Concas, personalidad destacada de la Marina de Guerra española, comenta la conveniencia de «no» adoptar en el Arsenal de Ferrol el sistema de alumbrado público de gas que se utiliza en la ciudad debido al excesivo coste que supondría esta instalación.

En contrato formalizado el 26-6-1883 con la Anglo Spanish Brush, esta empresa se compromete a la instalación del alumbrado eléctrico en el Arsenal de Ferrol por la suma de 1978 libras y 19 chelines, comprometiéndose a la substitución de componentes averiados durante el montaje y período de prueba e instalando un total de 36 luces de arco mantenidas por una máquina Brush de 40 luces. A las 7 de la tarde del Jueves 24 de Enero de 1884 se inaugura el alumbrado eléctrico del arsenal.

La inauguración del alumbrado eléctrico para particulares en Ferrol tuvo lugar el 12 de Mayo de 1885, pero ante la rescisión del contrato con la «catalana» el ayuntamiento aprueba en Abril de 1898:  «… que se haga un ensayo durante 15 días y que al efecto, la sociedad  “Eléctrica Popular Ferrolana”  coloque lámparas incandescentes de 10 y de 6 bujías en número igual al de los faroles que hoy existen en las dos manzanas de la calle de Canalejas … siendo por cuenta del ayuntamiento los gastos que origine». —Fuente: A Epopea do Alumeado Eléctrico en Ferrol de Mario Valdivieso Mateo en el «Anuario Ferrolano» Tirso 2003.