Presentada la novela «Una casa en Amargura» de Elisa Vázquez

Foto GAD
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La escritora gallega Elisa Vázquez de Grey (Lugo 1955) presentó en la tarde de este lunes en el Casino Ferrolano su novela «Una casa en Amargura», obra en la que se recoge la vida habanera  de mediados a finales del siglo XIX e incluso la situación de muchos gallegos que fueron llevados a aquellas tierras con promesas de trabajo y fueron tratados inicialmente como auténticos esclavos.

Junto a la escritora se encontraba Ana Perales, que se encargó de presentar a la autora y que demostró haber leído «Una casa en Amargura» recogiendo diversos detalles que le sirvieron para poner en situación a Elisa Vázquez.

El auditorio, un buen número de ferrolanos y ferrolanas, muchos de ellos conocedores  de la vida y costumbres cubanas, entre ellos la bien conocida Cachita Núñez, premió con aplausos a la escritora ala que le hicieron diversas preguntas relacionadas con su libro  con la sociedad cubana.

una casa en amarguraLa esclavitud es un asunto importante en «Una casa en Amargura», una novela protagonizada por «una niña blanca que se queda huérfana con 19 meses» heredando negocios, haciendas «y cuarenta esclavos». Basada en un personaje real, la pequeña se cría junto a sus siervos hasta que «aparece una criadera negra que la mete en cintura».

«La criadera muere y, en el testamento, le deja la encomienda de encontrar a cinco personas», comentó la escritora. Esa búsqueda le sirve como motivo para recorrer una Habana en la que conviven «ricos españoles, damas criollas, gallegos, chinos y esclavos africanos».

La casa del título se encuentra en la calle de la Amargura, «que une la iglesia del Cristo de Buen Viaje, donde los marineros pedían una buena travesía, y el puerto. Es una calle larga, con grandes casonas», describe Vázquez de Gey.

La peripecia de los gallegos en Cuba

En la novela se toca «de forma tangencial, en apenas unas veinte páginas», la peripecia desgraciada de mas de mil gallegos que fueron engañados por el militar y diputado en Cortes por Ourense Urbano Feyjóo.

Este personaje se valió de la prohibición de la trata, aunque no de la esclavitud, «que provocó que escaseasen los brazos africanos»  para trabajar en las explotaciones. Su negocio consistió en conseguir de las autoridades el privilegio para establecer colonos en Cuba. Reclutó a voluntarios, que firmaron unos contratos que después vendió a los hacendados logrando convertirlos en siervos sin documentación ni salario. Feyjóo denominó a la operación «patriótica empresa de ayuda a Cuba y salvación de Galicia», recuerdaVázquez de Gey.

Los esclavos gallegos fueron sometidos a pésimas condiciones laborales e higiénicas. Muchos se rebelaron y fueron castigados con dureza. Aquellos que lograron escapar «se fueron a los “palenques”, que estaban en zonas pantanosas y de difícil acceso» en las que se refugiaban los negros cimarrones que lograban huir de las plantaciones.

Al final, los afectados lograron advertir a las autoridades. Cuando Urbano Feyjóo constató que lo habían descubierto, «ocupó su escaño de diputado Madrid. «Su ‘”patriótica empresa” fue juzgada delante de él, pero todo quedó en nada», denuncia la autora de «Una casa en Amargura»

Para poder conocer la historia de la «patriótica empresa» Elisa Vázquez de Gey tuvo que recurrir a los archivos notariales de La Habana en los que se registraban las operaciones legales referentes a la esclavitud para poder armar sus biografías y contó con la colaboración para la novela con datos y planos facilitados por el Historiador de la Habana Eusebio Leal.

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