Patrimonio de la Humanidad, quince años de un fracaso

Juan José Burgoa-TIRANDO A DAR

Foro de Ferrol de la Ilustración

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«El presente es breve, el pasado                                                                                       cierto y el futuro dudoso»

Lucio. A.Séneca

Tal día como hoy, hace justamente quince años, comenzó la historia de la candidatura de Ferrol a Patrimonio Mundial, cuando en una reunión conjunta celebrada el 24 de Febrero de 2001, el Ayuntamiento ferrolano y la Real Academia Gallega de Bellas Artes sentaron las bases de la petición de la declaración para «el conjunto histórico de Arsenal y Castillos de la ría de Ferrol» como Patrimonio de la Humanidad. El Alcalde Xaime Bello, con apoyo del Concejal de Cultura Bonifacio Borreiros, creó una comisión técnica para ir recopilando la necesaria documentación.

En la siguiente legislatura, el Alcalde Juan Juncal continuó este trabajo, que supervisó el entonces Teniente de Alcalde Juan Fernández, con total olvido de la Universidad, los Colegios Profesionales (Arquitectos e Ingenieros Navales) y las entidades culturales, que tanto podrían, o al menos deberían, haber aportado a este proceso.

El resultado fue un  trabajo de obtención de documentos y de edición de publicaciones, un trabajo importante pero de escasa difusión, que no consiguió interesar a la ciudadanía y tuvo un escaso eco en los medios de comunicación. Solamente algunos estudiosos del tema como Alfredo Vigo y Guillermo Llorca o algunas entidades como la Fundación Ferrol Metrópoli y el Ateneo Ferrolán apoyaron el proyecto con sus publicaciones y trabajos.

Llegado el momento de poner en marcha los adecuados órganos de gestión y de seguimiento del proceso, los siguientes Alcaldes, Vicente Irisarri y José Manuel Rey, se desentendieron ampliamente del tema, paralizándolo hasta convertirlo en el Patrimonio de la Eternidad. El Centro de Documentación del Patrimonio, con más de 3.000 registros documentales y gráficos, apenas estuvo unos meses abierto, malamente gestionado por una Asociación Empresarial sin conocimientos específicos del tema.

Como resumen de lo anterior, el Concello de Ferrol en estos quince años fue incapaz de gestionar de manera eficiente el proceso, además de no poner en valor los pocos monumentos de los que era propietario el Concello, caso del Castillo de San Felipe. A todo ello hay que añadir el escaso impulso dado por la Xunta de Galicia y el negativo trabajo de la Diputación Provincial coruñesa, mientras que la Armada, es decir el Ministerio de Defensa, propietaria de la mayoría de los Bienes Culturales objeto de la distinción, no ha apoyado y se mantuvo al margen del proceso.

Mirando a nuestro alrededor, hoy es el día en que ya no solo monumentos como la coruñesa Torre de Hércules y la Muralla romana de Lugo han alcanzado el título de Patrimonio de la Humanidad, sino que también, los caminos a Santiago, el último de ellos, el Camino del Norte, han alcanzado este galardón. Una vez que el actual gobierno municipal aterrice de su continuada levitación sobre los problemas de la ciudad, debe preguntarse qué es lo que se puede hacer sobre este tema, máxime cuando la mayoría de las asociaciones ciudadanas y los propios vecinos no parecen apoyar este proceso.