El gobierno local es una opereta

editorial-27-9-aMiren por donde releyendo la prensa nacional llega a mis manos un enjundioso comentario del periodista Gabriel Ramírez que con gracejo andaluz «calca» a nivel nacional lo que bien pudiera aplicarse a nuestro Ferroliño y como cual pregonero recojo su mensaje trasladando términos, lo esencial de su magnífico comentario.

Y..ahí vamos, ya me diran ustedes si eso de que «el gobierno local es una opereta» se ajusta o no a lo que estamos padeciendo los ferrolanos.

«El espectáculo que están dando los munícipes ferrolanos, desde hace desde que se inició la nueva gobernación, resulta asombroso. No me extrañaría que, pasados unos años, se estudiase en las universidades de medio mundo lo que estamos viviendo en Ferrol gracias a una colección de personajes aburridos, incapaces de buscar soluciones (al revés creando problemas) y, sobre todo, arrogantes. Y resalto lo de arrogantes porque me parece que todo lo que hacen y dicen termina siendo un insulto a la inteligencia que ellos sueltan como si tal cosa, mirando al personal por encima del hombro porque para eso son políticos. Es decir, un insulto a la inteligencia del pueblo ferrolano.

Es una estafa, muy democrática, eso sí, que los políticos jueguen a ser más que otros, a tener una ideología más poderosa que otros, a orinar más lejos que otros o a lo que sea más que otros, mientras en Ferrol los ciudadanos se preguntan si tenemos un gobierno y con una ruptura que hace escasas fechas se nos decía que nunca se podría producir. Es una estafa en toda regla.

En cualquier empresa española, cuando encargan a un trabajador una labor, este lo hace. Mejor o peor, pero lo hace. Sabe que le pagan por ello y, si puede ser, hace bien lo que le encargan. Entre otras cosas porque si a un empleado de cualquier empresa le piden que haga su trabajo y este se niega o lo hace mal, termina siendo despedido. Y sin derecho a volver a la oficina diez minutos después pidiendo una nueva oportunidad.

Sin embargo, si hablamos de partidos políticos en Ferrol, o cualquier otra cosa ferrolana que tenga que ver con los partidos políticos, la cosa cambia. Aquí se le encarga a un político (lo votamos) que haga su trabajo (sentarse en las poltronas pero a trabajar, llegar a acuerdos con otros políticos para sacar adelante la ciudad, pensar en Ferrol y no en él mismo y cositas de este tipo) y lo hace o no lo hace dependiendo de no sabemos qué cosas. Pero lo peor es que, si no cumplen el encargo, se quedan tan pichis. Sueltan frases vacías que dicen poco o nada, se enrocan en una posición que creen que les proporcionará un buen puñados de votos , aunque ya acabamos de ver los resultados en las recientes elecciones autonómicas y los problemas que hay que resolver se quedan tal y como están. Ole, ole y ole.

Además, pueden pedir otra oportunidad. Ya lo creo que pueden. Pero…¿gobernando con seis más dos?. Si, los seis de Ferrol en Común más las dos ediles del PSdG a las que acaban de llamar «transfugas» en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en la tarde de este martes en la sede socialista.

Y no pasa nada. Aquí no pasa nada. Ni se les cae la cara de vergüenza a los políticos ni los votantes liamos la de San Quintín. Ellos ponen cara de no haber roto un plato en su vida y nosotros de resignación. Pero pasar, lo que se dice pasar, poquito.

Soy de los que piensan que los políticos incapaces de ponerse de acuerdo con otros no deberían tener opción a presentarse de nuevo en elecciones. ¿No han sabido resolver el problema ustedes; no han sido capaces de cumplir el encargo de los ferrolanos? Pues a su casa. ¿No han sido capaces de cumplir el encargo de sus afiliados, de todos no solo de un grupito?  pues dejen paso a otros candidatos. A ver qué pasa. Eso sería lo más lógico y lo más coherente

Los políticos son los únicos que pueden fallar de forma estrepitosa sin que nadie les tire de las orejas. Ya sé que alguno de ustedes estará pensando que se les afea la conducta en las urnas cada cuatro años. Pero todos sabemos que eso no es cierto. Los ferrolanos no terminamos de caernos «de la burra», nunca logramos tener un gobierno local estable para dos legislaturas, y recuerden que siempre, siempre, con alguna excepción nunca hubo tranquilidad «democrática». Un primo logra echar mediante moción de censura a un alcalde con mayoría…no absoluta. Un alcalde nacionalista tiene problemas con los ediles socialistas. Un alcalde socialista vuelve a tener problemas con una edil comunista. Si,  hubo «pax romana» en el anterior gobierno, pero ahora… «hasta las pulgas se convierten en hipopótamos».

Esto de la política ferrolana recuerda mucho a las operetas. ¿Qué es una opereta? Según la Real Academia Española, como locución adjetiva, significa falso, afectado y ridículo. Aunque ya saben que, también, se trata de una pieza musical en la que se narra algo completamente estúpido, disparatado e increíble. Eso sí, los políticos ferrolanos adornan el libreto con frases imposibles por su vacío; con eufemismos que parecen sueltan pensando que el que los oye (ustedes y yo) lo recibirán con gran alegría y sin saber exactamente que quieren ocultar; frases que quieren ser ingeniosas y no pasan de ser expresiones de mal gusto; o datos que tratan de disfrazar una situación patética. Porque nuestra situación es patética aunque aquí no pase nada.

Los ferrolanos de bien, y son muchos, piensen como piensen, están asistiendo a un espectáculo que por mucho que quiera taparse con frases simpáticas ya ha llegado a nivel estatal. Todos los medios han recogido la noticia que se esperaba desde que se constituyó el gobierno local, en el que cual Torre de Babel, cada uno emplea un lenguaje distinto, mientras los del Partido Popular, el BNG y Ciudadanos muestran una sonrisa maléfica diciendo entre dientes «esto era lo esperado».

En resumen, nos han tratado de engañar durante este año y pico, con encuentros y desencuentros que se dilucidaban en los medios de comunicación, con medias verdades (recuerden lo de los presupuestos que si estaban , que si no estaban, que si en unos días, que si más tarde, y al final que si no; o recuerden el lío montado con el asesor de urbanismo al que el alcalde aceptó con su firma, más tarde ante una moción en contra del PP  el alcalde lo apoyó y ahora lo destituye, ¡ los molinos de Don Quijote, que no eran gigantes, eran enanos, y vaya como han crecido!), y ahora mas follón metiendo por medio motivos claramente personales, de enfrentamientos ….. ya está a punto de caer el telón .

Unos se echan las culpas a los otros y el caso es que «transfugas o no» a partir de ahora gobernar en auténtica minoría va a costar un riñon y parte del otro.

Desde luego, a muchos nos tienen aburridos. De verdad»
Desde Ultramar,
Pedro sanz-Director

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Un comentario

  1. Pocas opciones serias quedan:

    1. Que se quede como esta y no sean capaces de aprobar nada.
    2. Que el alcalde dimita.
    3. Que la oposición plantee una moción de censura.
    4. Que trabajen todos juntos en beneficio de los ciudadanos.

    Creo que la única que resolvería las cosas sería la última opción, pero desgraciadamente los intereses de los partidos siempre están por delante de los intereses de los ciudadanos, por lo que lo más probable es que la (mayoritaria) oposición deje al gobierno municipal hundirse para recoger los despojos en las próximas municipales. Pena de representantes.