El calendario de obras de las corbetas sitúa en octubre el primer corte de chapa

(JavierRodríguez-LaVoz Cádiz1) 
El astillero de San Fernando está preparado para iniciar de manera «inminente» la construcción de las cinco corbetas encargadas a Navantia por la Marina de Arabia Saudí. El momento ha llegado después de varios años de negociaciones y dos intentos fallidos para la firma del contrato. A la tercera va la vencida.

El Rey de España firma este fin de semana en Riad, en presencia del monarca saudí Salman bin Abdelaziz, el mayor contrato naval de la historia de Navantia. El viaje del jefe de Estado español forma parte, en cierto modo, de un protocolo diplomático impuesto por las autoridades saudíes para repasar futuras inversiones y zanjar así un acuerdo naval que unirá durante varios años los intereses económicos de ambos países. Por ello, la imagen de los dos monarcas estampando la firma en un documento oficial es clave para visualizar a nivel internacional la buena relación que existe entre ambas monarquías y, sobre todo, la capacidad para alcanzar acuerdos mutuos.

La construcción de cinco buques de guerra de la serie Avante 2200 para la Marina saudí supone una inversión superior a los 2.000 millones de euros y garantiza carga de trabajo para los astilleros de San Fernando y Ferrol durante los próximos cinco años. Todo está previsto para que el corte de los primeros bloques de acero se lleve a cabo el próximo octubre.

Navantia ha diseñado un ambicioso plan de trabajo para cumplir con los plazos, que sitúa a la factoría isleña como epicentro de este proyecto naval. La planta de San Fernando se encargará de construir, ensamblar y botar los cinco buques, mientras que la factoría ferrolana asumirá la construcción de varias secciones de los barcos. No obstante, esta planificación puede variar en función de los tiempos y el desarrollo de la obra, como ha ocurrido con los cuatro petroleros que se construyen en Puerto Real, donde Navantia ha tenido que modificar sobre la marcha sus previsiones por razones operativas y desviar carga de trabajo a Ferrol del segundo carguero.

Trabajo para la industria auxiliar
 
La compañía española no ha perdido el tiempo y ha trabajado con cierta antelación desde que se confirmó la viabilidad del contrato saudí en 2015. Así, el primer paquete que salió a subcontratación fue el de ingeniería en 2016. En estos momentos se trabaja sobre plano en la logística eléctrica y en los equipamientos de los buques. Una vez que ambos monarcas firmen el contrato tendrá lugar la firma del plan de obras. A partir de ese instante, previsto para antes de marzo, Navantia sacará a subcontratación varias secciones de los buques. Será entonces cuando la industria auxiliar puje por ellas.

La obra de las corbetas saudíes, diseñadas en exclusiva por Navantia y de similares características que los patrulleros POV construidos en Puerto Real para Venezuela, devuelve la plena actividad a la factoría de San Fernando. Hasta ahora, el astillero isleño ha salido adelante gracias al contrato australiano para la construcción de doce lanchas de desembarco (LLC) para sus dos buques anfibios ‘Camberra’ y ‘Adelaide’’ (LHD), construidos en la ría de Ferrol. La última lancha se entregó a la Marina de Australia en abril de 2015, sin embargo, la producción se ha mantenido gracias al contrato suscrito con la Armada española para la construcción de dos Buques de Acción Marítima (BAM).

De esta forma, el Gobierno de España, a través de los ministerios de Hacienda, Industria y Defensa, retomó la contratación a los astilleros públicos. La planta gaditana se hizo con una de las dos unidades de los BAM. El barco que se construye en San Fernando ha sido bautizado con el nombre de «Audaz» y su botadura tendrá lugar a primeros de 2018. En Ferrol se construye de forma paralela el «Furor»

Precisamente, para esa fecha, las instalaciones de La Isla deben estar centradas en la obra de las cinco corbetas. De esta forma, las tres gradas de la factoría trabajarán de manera conjunta a razón de una corbeta por grada. El plan de obra recoge que cada cuatro meses, una vez que culmine el montaje de las estructuras en las gradas, se producirá una botadura, lo que significa que en dos años, aproximadamente, las corbetas estarán a flote y con el andamiaje en sus cubiertas para la instalación de los equipos. El proyecto generará unos 3.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos, y el plazo de construcción es de cinco años. La primera unidad se entregara en el primer semestre de 2019.

La Voz de Cádiz avanzó la pasada semana que el contrato de las corbetas ofrece, además de la obra, dos grandes ventajas económicas para nuestro país. Por un lado, Navantia se asegura el mantenimiento o ciclo de vida de esta flota, lo que implica la construcción en Arabía Saudí de una base naval para las operaciones de estos barcos y, por otro, la formación y el adiestramiento de su Marina en el manejo de estos buques. Navantia desplegará un contingente de efectivos en Arabia, una vez que las corbetas tengan actividad. De esta forma contribuirá al mantenimiento y reparación.

Impacto económico

Sin embargo, uno de los impactos que tendrá la obra en la Bahía lo encontramos en el millar de saudíes que convivirán durante los próximos cinco años en urbanizaciones de El Puerto y en el entorno de San Fernando. Se trata de oficiales, marineros e ingenieros que asistirán a los curso de formación y que, al mismo tiempo, supervisarán la obra. Esta misma política se hizo con Venezuela cuando encargó ocho barcos a Navantia entre 2006 y 2012.

Pese a todo, la firma de este acuerdo no ha estado exenta de polémica. Varias organizaciones sociales pusieron el grito en el cielo a principios de 2016 al comprobar que España, a través de la compañía pública Navantia, iba a favorecer un contrato con Arabia para la venta de armas. Organizaciones como Amnistía Internacional rechazaron de plano este acuerdo, ya que consideran que Arabia es una dictadura que viola los derechos humanos. El ejemplo más claro, según las organizaciones internacionales, ha sido su participación en la guerra civil yemení, donde ha llevado a cabo varios bombardeos a población civil.
Esta situación ha provocado, todavía sigue, un movimiento político en España contrario al acuerdo, liderado por Podemos. Las tesis de la formación morada que dirige Pablo Iglesias obligaron a algunos de sus alcaldes a posicionarse al respecto. Así, el regidor gaditano, José María González, ha ofrecido en este tiempo las dos caras de una misma moneda. 

En febrero del año pasado se mostró a favor del acuerdo debido al empleo que traía a la Bahía, pero recientemente se ha mostrado partidario de revisar las relaciones de nuestro país con gobiernos absolutistas. Por su parte, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, se ha desmarcado de los postulados de Podemos y ha aclarado que el empleo es prioritario al tiempo que advierte que España no puede arreglar los conflictos internos de Arabia.

El Rey viaja acompañado del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, y del titular de exteriores, el jerezano Alfonso Dastis. El monarca desbloqueará el acuerdo con Navantia y, al mismo tiempo, resolverá algunos problemas de sobrecoste que han surgido en la obra del AVE a La Meca que realiza un consorcio de empresas españolas. Además, el monarca español abordará con el príncipe heredero y el segundo sucesor asuntos en materia de energías renovables.

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