Los forenses califican de «escena de tremenda violencia» el lugar de la muerte de la camarera Marta Sequeiro

Sostienen que una puñalada que le afectó al pulmón «precipitó su muerte»

(Foto: Galicia Ártabra).

La forense que acudió al bar Bonky en Tejeras donde trabajaba Marta Sequeiro Valencia, la camarera hallada muerta en la madrugada del 25 de abril del año pasado , ha calificado de «escena de tremenda violencia» al referirse al charco y las salpicaduras de sangre que había en el local, así como el modo en que encontraron el cadáver.

Sobre su muerte, tanto ella como su compañero del Imelga de Ferrol que practicaron la autopsia han explicado que una puñalada que le afectó al pulmón «precipitó su muerte«. No obstante, han aclarado que «todas en su conjunto», en alusión a las más de 60 puñaladas que recibió, le ocasionaron la muerte.

También han precisado que murió por la abundante pérdida de sangre, en coincidencia con lo manifestado por agentes de la Policía Científica. «Se fue desangrando poco a poco«, ha expuesto uno de ellos, que ha atribuido algunas de las salpicaduras al corte que presentaba en un dedo el acusado, Víctor Timiraos Navarro. 

«DIFICIL» OCULTAR EL CRIMEN

El juicio ha proseguido en la Audiencia Provincial de A Coruña con la declaración de policías que acudieron al lugar de los hechos y que, a preguntas de la defensa, descartaron que se hubiese podido limpiar el lugar del crimen.

«Difícilmente podía haber tratado de ocultar las manchas», ha dicho en alusión a la cantidad de sangre encontrada. Otros agentes que actuaron como peritos han precisado que las pruebas de AND confirmaron que la sangre pertenecía a la víctima y otra al acusado.

De las lesiones ocasionadas a la fallecida, los forenses han precisado que una llegó a perforar un hueso en el cráneo. «Había una herida que aún seguía sangrando», ha expuesto uno de ellos tras el traslado del cadáver y en alusión a las numerosas lesiones que sufrió la camarera.

Además de 15 años de prisión por un delito de homicidio para el acusado, que tenía un bar próximo al establecimiento de los hechos y que era cliente habitual, el Ministerio Público pide una indemnización de 200.000 euros para el hijo de la víctima. La acusación particular eleva la petición a 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento.

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