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La huelga indefinida que desde el pasado día 5 llevan adelante las compañías auxiliares de Navantia en las factorías de Fene y Ferrol continuó durante la jornada de este miércoles tras no lograse un acuerdo entre la parte empresarial y los representantes de los trabajadores.
Los piquetes volvieron a las puertas de las factorías y se advirtió una mayor presencia de efectivos de la Guardia Civil en Fene y Policía Nacional en Ferrol. No hubo «acaloramientos» como este martes y se advirtió un gran interés por las gestiones que relaizaban los representantes sindicales.
Al mediodía de este mismo miércoles con la mediación del presidente del comité de empresa de Navantia-Ferrol, Javier Galán, se logró un tipo de avance como podría ser el levantamiento de la huelga de manera temporal en el caso de que se celebrase una votación entre los propios trabajadores. Además propuso que pudiesen votar todos aquellos trabajadores que tenían activado su pase personal al astillero hasta el día 3 de este mes, dos dias antes del inicio de la huelga, para permitir que los trabajadores que fueron despedidos durante el conflicto también pudieran votar, medida que fue aceptada por el sindicato CIG, convocante de la huelga, el presidente del sindicato comarcal de CIG Industria, Vicente Vidal, aseguraba que desde esta organización validan esta forma de referéndum.
SE ACUERDA LA VOTACIÓN EN URNA
Durante esta jornada se celebró una reunión de las centrales sindicales con representación en las factorías, CC.OO, UGT, CIG y MAS y se acordó efectuar de 10.00 a 14.00 horas de este jueves una votación , con urna, dentro de las instalaciones de la factoría para decidir libremente si suspenden de manera temporal la huelga indefinida o la mantienen.
Los trabajadores se identificarán con la tarjeta de entrada, pasando por el torno. De la categoría de jefe de obra, hacía arriba, no podrán ejercer el voto.
El control de las mesas de votación según se acordó estará a cargo de representaciones de las secciones sindicales de los cuatro sindicatos .
SENTARSE A NEGOCIAR
Javier Galán señalaba que «Hay que levantar esta huelga de manera temporal, sentarse a negociar y esa decisión que la tome el conjunto de la industria auxiliar con los pases activados desde el tres de octubre y ahi no hace falta censo ni nada, va a votar el que quiera de la industria auxiliar y asi acabamos de una vez con este conflicto. Que decidan y de una vez que digan si se continúa o no con la huelga, que lo decida la totalidad de la industria auxiliar».
QUE LOS TRABAJADORES DECIDAN
Por su parte Vicente Vidal, de la CIG » Si se facilita la entrada es la mejor manera de controlar que quien va a tomar decisiones es la gente afectada dentro de los astilleros y así evitamos todo tipo de suspicacias. Esa opción nos vale
Vamos a intentar traer una propuesta común entre los cuatro sindicatos. Si no es posible, cada uno defenderá la suya. Si tenemos que ir a la propuesta de este martes desde luego desde la parte de la CIG ya se dijo que ese compromiso era insuficiente para poder levantar la huelga , pero serán los trabajadores los que decidan».
POSTURA EMPRESARIAL
Los representantes empresariales de las entidades AEF y ACLUNAGA, ante la huelga que se mantiene en la industria auxiliar del sector naval de la Ría de Ferrol, han reiterado ante los medios de comunicación, su ofrecimiento al diálogo en múltiples ocasiones a mejorar el marco de las relaciones laborales, pero sin la imposición que supone cualquier negociación con una huelga por medio.
Se ha manifestado el malestar porque nunca se han trasladado a las asambleas convocados por los trabajadores el verdadero posicionamiento de las empresas, que siempre han estado dispuesta a trabajar conjuntamente y antes de la convocatoria de huelga para tratar los asuntos de interés entre las partes.
Cabe incidir, además, que no se han respetado las decisiones de los trabajadores, que decidieron retomar el trabajo el pasado día 20 de octubre, tras votación en urna y por una mayoría abrumadora.
Asimismo, los empresarios han confirmado la pérdida de varios contratos, que aseguraban durante tres meses una importante carga de trabajo y que redundaría en toda la economía de la comarca al ser una importante fuente de ingresos.
Se reiteró también por la parte empresarial, que por una minoría sindical se trató de imponer con la amenaza de la huelga ya en curso, unos acuerdos de 2001, que lo único que provocarían, de ser aceptadas por la parte empresarial, es una grave desigualdad y desequilibrio entre trabajadores de igual cualificación.
