El activista que dejó de actuar y se dedicó a ver la vida pasar

Alejandro Padilla

24 de mayo del 2015, los ferrolanos volvían a depositar otra vez su confianza en el Partido Popular, pero los casi 12.000 votos no le otorgaban esta vez una nueva mayoría absoluta que le permitiera gobernar la ciudad. El mandato 2015-2019 se veía abocado a un pacto de perdedores formado por un conglomerado de partidos bajo las siglas de Ferrol en Común, un PSOE en caída libre y un BNG que consiguió su peor resultado electoral de la historia.

Todos los focos estaban puestos en Jorge Suárez, adalid de los más necesitados, defensor de las remunicipalizaciones y garante de la transparencia, el cual llegaba con la intención de escuchar a todos los vecinos de la ciudad en su despacho.

Así, en su primera entrevista a un medio de comunicación, al día siguiente, le hacían la siguiente pregunta:

«-Hai quen di que o cargo lle virá grande… 

-Para os que entenden os concellos como un consello de administración e que consideran que para ser un bo alcalde hai que ser un bo xestor é normal que así o pensen. Eu teño outra visión da política, a visión clásica da política como a procura do ben común. E para facelo non fan falta tantos coñecementos técnicos senón a vontade política de que a xente se implique realmente, coa participación. Pero eu non veño aquí para xestionar un concello, senón que son máis un activista na procura dun Ferrol mellor».

Pues bien, tres años después podemos asegurar que a Jorge Suárez efectivamente el cargo le quedaba muy grande y que lamentablemente las consecuencias de que “no viniese a gestionar un ayuntamiento sino a ser un activista” las está pagando Ferrol y no precisamente porque haya procurado un Ferrol mejor sino por todo lo contrario.

Jorge Suárez ha sido incapaz de mantener una mínima actividad: las comisiones que se celebran para tratar la actividad municipal son escasas, los plenos vacíos de contenido…

Esta es la realidad del Gobierno que se definía “del cambio”, y visto lo visto, podemos afirmar que efectivamente han supuesto un gran cambio, pero a peor. La imagen más clara de que este Gobierno lleva tres años con una actitud de pasotismo absoluta y de brazos cruzados todo este tiempo (además de la famosa foto de la bañera), la podemos ver con el documento más importante para una ciudad, sus presupuestos.

Como todos saben, los presupuestos son la guía de las políticas de una ciudad, en donde se plasman las inversiones que se van a realizar así como las políticas a llevar a cabo.

Unas políticas que Jorge Suárez vendía en campaña y prometía por todos los rincones y que una vez consiguió el cargo, demostró que tan sólo eran una mentira que lo único que perseguía era el sillón en el que ahora está muy cómodamente sentado y desde el que le da la espalda a su ciudad.

Este pasotismo extremo del que hace gala Jorge Suárez no se plasma solo en su incapacidad de elaborar un borrador de presupuestos, lo podemos ver también en su incapacidad para gestionar los presupuestos que le dejó el anterior gobierno del Partido Popular, un gobierno que por cierto, aprobaba cada año los correspondientes presupuestos.

El año pasado, el gobierno del cambio dejó sin gastar en la ciudad un total de 15 millones de euros, debe de ser que para Jorge Suárez esos 15 millones no son necesarios para las personas que están sin hogar, para arreglar las calles, para tapar los baches, para mejorar la limpieza de la ciudad, para ayudar a todas las personas que acuden diariamente a los servicios sociales en busca de una ayuda, para mejorar la zona rural y mejorar su aspecto…

Está claro que Jorge Suárez ha batido todos los récords habidos y por haber en la historia de Ferrol, pero en el sentido del peor gobierno: es el gobierno municipal con más concejales de gobierno dimitidos, con el pacto de gobierno más corto, el gobierno más minoritario, autoritario y menos transparente.

Jorge Suárez ha demostrado que es un alcalde fracasado, el alcalde más débil que ha tenido nuestra ciudad y el que menos problemas ha solucionado y que más ha generado. Ahora suma otro récord: Haber sido el alcalde incapaz de elaborar un presupuesto en tres años, ni de gastar el que le dejaron.

¿Donde van aquellos maravillosos años del 2015 donde todo era tan sencillo y Ferrol iba a resurgir como el Ave Fénix a lomos de un salvador de nombre Jorge Suárez? La realidad al final es que tres años después, Ferrol sigue perdiendo oportunidades y sigue día a día empeorando, la pregunta que me hago es ¿seguirá pensando que el cargo no le vino grande? La respuesta creo que es obvia.

 

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5 comentarios

  1. Bo relato por parte deste rapaz. Describeu tal cual ó que está a acontecer con este desgoberno municipal, pero o peor é que se están a reír da ciudadanía deixando o tempo pasar è a cidade morrendo cada día máis.

  2. El poder le sedujo y ahora se encuentra mirando al escaño, el apoltronado consistorial parece que le está pillando gustillo a la cosa. Oiremos estruendos que emanen del seno interno podemita, a no mucho tardar

  3. Pacto de traidores cuyos efectos siguen vigentes. No sé cómo se las arregla el señor Suarez!! Tras haber okupado la poltrona, despachar a su por entonces socia, quedarse con parte de su equipo (tránsfugas)… consigue que ésta siga apoyándole en su desgobierno, en su falta de gestión y a las ex sociatas en el ejecutivo!! Qué viva la zambomba, olé!! La amalgama de izquierdas está acabando con esta ciudad

  4. Gobierno de la Imposición, Morosidad, gobierno arruina empresas, gobierno que nos quema a impuestos, gobierno incapaz que desatiende nuestros asuntos. Gobierno de la maquinaria propagandística por excelencia; vendiendo incumplimientos y falsa participación ciudadana. Gobierno que desprotege a los trabajadores y abandona Ferrol a su suerte; Desgobierno de las mareas negras que invade la ciudad dimitan de una vez!!

  5. Se me parte el alma de ver que de lo prometido por Suarez….ná de ná que dicen los andaluces.
    He leído dos veces el comentario de este concejal y parece que no le puedo añadir ni una coma….has dado en el clavo.