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El exembajador de España ante El Vaticano y ex-alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, acusó al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de recurrir al «anticlericalismo casposo», recordando un siglo XIX «olvidado en el tiempo», cuando en el 28 Congreso Federal del partido afirmó que si ganaba «se replanteará seriamente el acuerdo con la Santa Sede».
En declaraciones a la Cadena Cope, Vázquez señaló que estos acuerdos son «total y absolutamente constitucionales», al ser votados en el Congreso y el Senado después de la aprobación de la Constitución. Asimismo, señaló que éstos no suponen «ningún privilegio» para la Iglesia, pues el Vaticano «tiene acuerdos similares con más de 140 países, con los que mantiene relaciones diplomáticas».
De la misma forma, recordó que en virtud del Concordato «sobre la Iglesia está pesando gran parte de la atención a los sectores más necesitados o castigados por la crisis económica». Por ello, Vázquez reincidió en que existe una «ignorancia» de lo que significan este tipo de tratados que reflejan las relaciones entre España y el Vaticano y considera que las palabras de Rubalcaba son «un latiguillo absurdo».
Por otra parte, Vázquez se referió a las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien señaló que el Gobierno trabajará «de forma cuidadosa para no abrir viejas heridas» en relación al futuro del Valle de los Caídos y al posible traslado de los restos de Francisco Franco.
El exembajador de España ante El Vaticano declaró que las derivas políticas se utilizan mucho en esta «desgraciada memoria histórica», que «ha roto mucho la tranquilidad que había». Así, añadió que se trata de «una controversia que no tiene ningún sentido» y recordó que la basílica es de creación pontificia y, por lo tanto, «el gobierno no puede cerrarla al culto».
La caida del «último régimen laico de Oriente Medio»
Por último, Vázquez habló de la situación en Libia, advirtiendo de que «se va a asistir a la caída del último régimen laico que existía en Oriente Medio». En este sentido, apuntó que «con las virtudes y defectos que la mayor parte de los sistemas países árabes tienen, los sistemas laicos eran tolerantes con la existencia de religiones diferentes del Islam».
«Siria es una manifestación expresa de ello», apostilló. En este punto, Vázquez recordó que «las distintas iglesias cristianas están amparadas y reconocidas por el régimen». Por ello, alertó de que «si el sistema al caer da paso, como parece que ocurre en Egipto o Irak, a sistemas políticos en los que el Islam se instala como religión de Estado, se va a asistir a la desaparición del cristianismo en Oriente Medio, como quieren los fundamentalistas».
