Contra la supresión de San Julián como festivo local

(Sergei L. Brandoni)-A los niños buenos de Ferrol los Reyes nos traían regalos; bueno, no a todos, a algunos se los traía Papa Nöel. Sus padres decían que así tenían más tiempo para jugar con los regalos, aunque la excusa era un poco tonta, porque antes se hacían regalos pocas veces y los Reyes no eran la barbaridad que son ahora. Al día siguiente mi abuela hacía arroz con leche “porque es San Julián, y en Ferrol el día de San Julián se come arroz con leche”. San Julián, sin X, sin I, sin A y sin O: En Ferrol se celebra San Julián porque Ferrol se llamaba San Julián de Ferrol ¿Que por qué lo sé? Pues porque en la catedral de Santiago hay un documento de 1087 en el que se menciona la localidad de San Julián de Ferrol, desde entonces han pasado 931 años, que no es poco.

Existe una polémica entre algunos historiadores acerca de si ese San Julián que nos daba nombre se refería al de Antioquía (o Antínoe) (marido de Santa Basilisa, que fue decapitado por orden del emperador Diocleciano corriendo el año 304), o si se refiere a San Julián de Brioude (legionario romano martirizado junto a su compañero San Ferreol en el mismo siglo). Luego está la teoría de que todos los sitios que se llaman Ferrol o algo parecido (como Friol o Friuli) son en realidad ciudades julias (fórum iulii) de donde vendrían los foroiulianos, que con el paso de los siglos hicieron a los antiguos cristianos inventarse a los mártires Julián y Ferreol.

Lo cierto es que en el primitivo San Julián, el que se derrumbó cuando se construyó el foso del Arsenal, había un caballero con casaca que fue sustituido por el mártir de Antioquía en 1786 por orden del señor obispo de la diócesis, que supongo vería anacrónico que hubiera un soldado en un altar. Ese mismo año el alcalde de la ciudad ordenó que se celebrase San Julián el 7 de enero ”, y que “se publique por vando á voz de pregonero que en su víspera todos los vecinos de posibilidad iluminen sus casas, se limpien y barran las calles, y se festeje con la seriedad y circunspección que pide el día y corresponde a la Religión Christiana” (*). De eso hace ya 232 años.

Ni los 931 años pasados desde la primera referencia documental a Ferrol, ni los 232 desde que se estableció la celebración municipal, han arredrado a nuestro gobierno municipal, que parece considerar parte de su trabajo liberar de sus creencias a más o menos un 70% de la población. Con tal fin han llevado a pleno suprimir del calendario de festivos el día que los ferrolanos celebramos nuestro patrón desde hace nueve siglos.

El alcalde ha apostillado que es mejor que dejemos de hacer caso a las tradiciones, porque la hostelería prefiere el Martes de Carnaval, porque era un día en el que no se hacía nada y que, gracias a que ahora sí se hace algo, tienen más clientela. Sorprendente cuanto menos: Él mismo declara que era un día en el que tradicionalmente no se hacía nada, y ahí queda el disparate para los anales de la historia: Cambiemos una tradición nueve veces centenaria por otra nueva sin arraigo en Ferrol, y hagámoslo desde la concejalía de cultura.

Yo creo que se agotan los calificativos para describir tamaño despropósito:
– España es una sociedad laica, sí, pero también es una monarquía, y no veo que por eso se programen desde el ayuntamiento actos conmemorando la coronación. Será porque son republicanos.
– También aduce que la gente está cansada después de las fiestas. Pues sí, como el 31 de Agosto, en el que se programan todos los años los fuegos de San Ramón, además de conciertos… pese a que al día siguiente muchos empiezan a trabajar y también pese a llevar una semana de fiestas.
– Otro poderoso motivo es que -parece ser- la hostelería prefiere que sea festivo el martes de Carnaval; primero: ¿Por qué casi en cualquier cosa que hagan se menciona el beneficio para la hostelería?, y segundo: ¿Y aunque así fuera, qué extraño privilegio tienen los hosteleros para que se cambien las tradiciones para que así puedan alcanzar más beneficios económicos?

Y la verdad es que lo único que pasa es que este gobierno, ya inane de ideas, sólo está mandando guiños a su hinchada más ideologizada para recordarles que ellos, los de Ferrol en Común, son la verdadera izquierda, no como el PSOE que va de farol.

Y los que llevan intentando desde que llegaron colarnos al «Apalpador» de las montañas del Bierzo, nos pretenden convencer de que no tiene importancia, y sí la tiene: el gobierno tiene unas competencias que no entro a cuestionar, pero su principal responsabilidad debería ser el servicio a la ciudadanía, y no tratar de imponer tradiciones laicas o paganas con el único objetivo de que dejemos de ser lo que somos.

El San Julián es una celebración tradicional, varias veces centenaria y con el arraigo suficiente como para que se cuide, además de ser el Patrón de Ferrol, donde creo que los católicos seguimos siendo mayoría.

Les da igual: la extraña manera de pedirnos el voto que tiene la izquierda ferrolana es decirnos que a ellos no les importa, que nos van a imponer lo que ellos quieran, sea carnaval, el 8 o el 10 de marzo (que al PSOE le vale cualquiera de los dos) o el día del orgullo gay.

Y los ferrolanos, que contamos entre nuestros incontables defectos el de hacer lo que nos dé la gana, no iremos a las charlotadas que organicen e incluso nos complaceremos al escuchar que no somos participativos porque no damos nuestro brazo a torcer.

Pero yo tengo la explicación: Como Suárez no fue niño en Ferrol, que lo fue en Vigo, nunca celebró el San Julián, y a los demás no les traían regalos los Reyes porque se portaron mal.

Dice un refrán castellano que cuando el camino se acaba, el tonto sigue.

(*)Cita extraída de «San Julián de Ferrol, un patronazgo confuso», artículo publicado en Galicia Ártabra digital el 18 de Octubre de 2014, firmado por el Foro de Amigos de Ferrol.

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