El “Centinela” participa en A Coruña en los actos de Conmemoración del Bicentenario del fallecimiento de Francisco Balmis

El Patrullero “Centinela” (P-72), que actualmente se encuentra en alta disponibilidad dentro del Núcleo de Fuerza Conjunto, realizará presencia naval en la ciudad de A Coruña con motivo de los actos que tendrán lugar para conmemorar el Bicentenario del fallecimiento de Francisco Javier de Balmis y Berenguer.

Este médico militar español perteneciente a la corte de Carlos IV, vincula su nombre a la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, la cual zarpó de A Coruña en el Navío María Pita en demanda de América y Filipinas para difundir la vacuna de la Viruela, hecho que supuso un hito en la historia de la medicina.

Estos actos de conmemoración organizados por la Asociación Isabel Zendal en colaboración con la Autoridad Portuaria de A Coruña, contarán con la participación de diversas Autoridades y con la presencia del Comandante del Mando de la Unidades de Acción Marítima en Ferrol representando a la Armada Española.

Así mismo, este sábado, día 8, a partir de las 11:00 horas, el patrullero de altura “Centinela” navegará
junto con dos goletas de la Estación Naval de La Graña en las inmediaciones del puerto de A Coruña, para realizar un recorrido simbólico recreando la partida de dicha expedición.

Durante su estancia en A Coruña el buque realizará jornadas de puertas abiertas. El horario de visitas a bordo será este viernes, día 7, de 16:00 a 20:00 horas.

Acerca del patrullero “Centinela”

Fot. M.Galdo

El “Centinela”, con numeral de costado P-72, es el segundo patrullero de la clase “Serviola” y tiene base de estacionamiento en Ferrol. Fue construido en los astilleros de Navantia en Ferrol y entregado a la Armada en septiembre de 1991.Como unidad de la Fuerza está integrado en el Mando de Acción Marítima de Ferrol.

Su principal misión en la actualidad comprende la realización de operaciones de vigilancia y seguridad del entorno marítimo en los espacios de soberanía nacional. Además, colabora y apoya a otros organismos públicos en el control del tráfico marítimo, vigilancia de pesca y la búsqueda y rescate de náufragos.
El pasado mes de diciembre regresó tras efectuar el Despliegue Africano por el Golfo de Guinea durante cuatro meses, llevando a cabo misiones de seguridad cooperativa y cooperación bilateral, con un total de 9 países ribereños.
El patrullero “Centinela”, al mando del capitán de corbeta Iván Ron Serrano, tiene una dotación de 5 oficiales, 11 suboficiales, y 26 militares de la escala de tropa y marinería.

Francisco Javier de Balmis y Berenguer.

Nacido en Alicante (España), el 2 de diciembre de 1753, Balmis se trasladó a La Habana, y más tarde a la Ciudad de México. En la Ciudad de México sirvió como primer cirujano en el Hospital de San Juan de Dios. Allí pudo estudiar remedios para enfermedades venéreas (hoy llamadas infecciones de transmisión sexual), que le serviría para publicar más tarde el Tratado de las virtudes del agave y la begonia (Madrid, 1794).

De vuelta en España, llegó a ser el médico personal de Carlos IV. Persuadió al Rey de enviar una expedición a América a propagar la recién descubierta vacuna de la viruela. Balmis y José Salvany fueron

Expedición desde A Coruña a bordo del «María Pita»

el alma de la expedición, la cual partió del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803 a bordo del navío María Pita. De allí viajó a San Juan de Puerto Rico, La Guaira, Puerto Cabello, Caracas, La Habana, Mérida, Veracruz y la Ciudad de México. La vacuna llegó a lugares tan lejanos como a Texas en el norte y a Nueva Granada en el sur. Aunque no el propio Balmis, otros miembros de su expedición, entre ellos el doctor Salvany, llevaron la vacuna a América del Sur, hasta Chiloé, en la actual República de Chile, y en esa época el territorio más al sur bajo dominio español en el Pacífico.

En la Ciudad de México, a Balmis le costó convencer al virrey José de Iturrigaray, pero finalmente él y su hijo fueron vacunados.

En septiembre de 1805 Balmis zarpó a bordo del Magallanes del puerto de Acapulco hacia Manila, capital de las Filipinas, y en 1806 volvió a España. En su viaje de regreso todavía difundió la vacuna por Macao y Cantón (China) y en la isla de Santa Elena, posesión inglesa del Atlántico sur. Volvería a Nueva España de nuevo en 1810.

Escribió Instrucción sobre la introducción y conservación de la vacuna, y tradujo del francés un trabajo sobre el mismo asunto, el Tratado histórico-práctico de Jacques-Louis Moreau de la Sarthe.

El doctor Miguel Muñoz conservó y distribuyó la vacuna en México hasta 1844, cuando su hijo Luis se hizo cargo del proyecto. Tras Luis Muñoz, el doctor Luis Malanco estuvo al cargo, y así pudo salvarse la vida de miles de niños americanos.

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