El Rugby Ferrol no logra su ascenso a la División de Honor «B» tras ser derrotado en Aviles por el Universidad de Bilbao

Una primera parte de superioridad del Universidad de Bilbao que finalizó con un claro 28 a 3 puso las cosas muy cuesta arriba al equipo del Rugby Ferrol en el encuentro jugado en la tarde de este sábado en el  “Muro de Zaro”  de Avilés,  a partido único para el ansiado ascenso a la División de Honor “B”. Ni el esfuerzo de los jugadores ferrolanos ni el apoyo incondicional de un buen número de seguidores que se trasladaron a la ciudad aviilesina lograron  aplastar a la apisonadora vasca que  logra su ascenso, en merecido encuentro tras deootar al Rugby Ferrol por un claro 45-3.

Ensayos bilbaínos acompañados por sus correspondientes transformaciones en los minutos 15, 23,30 y en el minuto final del primer periodo hicieron imposible una victoria ferrolana. A apenas un tiro a palos en el minuto 20 de Pepe Calvo ascendió el bagaje ofensivo ferrolano en este periodo. Y para colmo de males se lesionó el argentino Emiliano Cabrera que fue sustituido por Ciri.

Y la segunda parte comenzó como terminó la primera; un CRF encerrado en su campo y ya en el minuto 4 otro nuevo golpe de castigo transformado por los de Bilbao; era el 31 a 3. Con todo los ferrolanos, ante una numerosísima afición que se desplazó a tierras asturianas, continuó peleando y llevando a los vascos a su terreno de juego.

Se produjeron cambios en la escuadra azul, saliendo Platero y Galdo, entrando Redondo y Alejandro Segura si bien este último fue amonestado con tarjeta amarilla y tuvo que abandonar el terreno de juego durante 10 minutos. Con inferioridad numérica desde el minuto 55 de la segunda parte; el CRF mantuvo el equilibrio en las melés pero fue inferior en las touches, pues Bilbao ganaba todas las suyas y algunas sacadas por Ferrol.

Llega el minuto 60 y los vascos logran otro cómodo ensayo debajo de palos y ponen un inancanzable 38 a 3 en el marcador. Es a partir de este momento cuando Juan Pablo Chorny, con buen criterio, hace mover a los suplentes, regalándoles varios minutos de juego; premiando el esfuerzo y la dedicación de un grupo de jugadores que interrumpieron sus vacaciones para entrenar y preparar este extemporáneo partido de ascenso. Ya al final del partido Bilbao consiguió otro ensato más, finalizando el partido con un claro 45 a 3.