Un presente gris y mediocre

Pedro Sande García

Me pregunto si el motivo de haber estado más de dos meses sin haber escrito un nuevo articulo ha sido debido a la anestesia de los meses veraniegos o a como se presenta el nuevo año: triste, vulgar y aburrido. Me inclino por esta última causa.

Nunca he estado de acuerdo con la decisión de los astros, septiembre es el mes que marca el comienzo del año nuevo, un mes de inicio de promesas y de coleccionables, un mes donde la naturaleza comienza un nuevo ciclo, los días se oscurecen de la misma manera que lo hace el ser humano. Comienza un largo, tedioso y aburrido ciclo donde todo se repite y la existencia se convierte en algo gris y mediocre. El ser humano deja de vivir, comienza a sobrevivir y la depresión otoñal se intenta suavizar con iniciativas sin continuidad. Los más clásicos aspiran a bajar el exceso de peso acumulado en el período veraniego, los más nostálgicos comienzan algún coleccionable que abandonarán, aburridos, después de las primeras entregas y la gran mayoría se harán los remolones, se resistirán a abandonar la pereza vacacional hasta que los primeros fríos del otoño liquidarán su resistencia a entrar en la dinámica del año nuevo. Miro a mi alrededor y veo que el nuevo año nos devuelve a una realidad gris, mediocre y aburrida. Me aburre Cataluña, me aburre el Brexit, me aburre la falta de gobierno, me aburre el fútbol, me aburren las noticias, los politólogos, los tertulianos y todos los cronistas que día a día pretenden interpretar todo lo que nos rodea.

Muchos de ustedes se preguntarán si el motivo de estas reflexiones es la depresión otoñal o una tendencia personal a ver el vaso medio vacío. Lo que si les puedo asegurar es que no es la nostalgia por tiempos pasados, quizás sea mi tendencia optimista sobre el futuro, aunque este sea para mí un enigma. Es por esta razón por la cual he titulado este articulo con la palabra presente. ¿Que es lo que identifica nuestro presente?. Ya se que no es nada original, tampoco lo pretendo, comenzar por los políticos que nos representan, piensen en ellos y sean conscientes de que son un fiel reflejo de sus votantes. No se queden solo en España, realmente ¿necesitamos gobierno?. En Europa, después de siglos de enfrentamientos, no solo es el Brexit, cada país sigue mirándose el ombligo y además de pensar en que son diferentes se creen superiores, ni siquiera son capaces de consensuar una comunidad de vecinos. Estados Unidos y Rusia, visualizo a sus lideres y el gris se convierte en tenebroso. En América Latina todo sigue igual, todo sigue igual de mal.

Pasemos a la prensa: Cataluña, Brexit y guerra comercial. Aburrida. Lo son tanto los que informan como los que opinan. Si alguno pretende refugiarse en la prensa deportiva, lo he intentado pero el fútbol y los tatuajes lo invaden todo. Vayamos ahora a la televisión, los programas más vistos en los últimos dos días han sido: un partido de fútbol, GH VIP, Sábado deluxe y los informativos. ¿Que pensarán de nosotros dentro de miles de años los antropologos que descubran nuestros gustos televisivos?.

No podía dejar al margen las redes sociales, las entiendo como un lugar donde compartir, un lugar de dialogo y de intercambio. Estas últimas palabras me llevan a pensar que debo de ser algo ingenuo. Entre la invasión de estupideces que sueltan los prescriptores, les llaman influencers, y la tensión que genera cualquier discrepancia, el mundo virtual es fiel reflejo del mundo real, o viceversa. Abundan los horteras y los intolerantes, o por lo menos hacen mucho ruido.

Para terminar les aconsejo que no me hagan mucho caso, no añoren el pasado, si lo hacen les generara angustia, disfruten el presente y no piensen demasiado en el futuro, si lo hacen les generara ansiedad.

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