Hildegart, música para un ballet

Julia M.ª Dopico Vale

Juan Durán es un compositor que encuentra en la palabra fuente de inspiración, al margen del mundo puramente abstracto. Él conduce su universo sonoro a favor de la historia, siempre enriquecedora, despertando emociones cautivadoras con los sonidos que articulan el tiempo, con lo que es, en definitiva, la música.

Fruto de este concepto programático nace su ballet Hildegart, basado en la increíble historia de la hija de la ferrolana Aurora Rodríguez Carballeira, la que fue también tutora en los primeros años del prodigio musical Arriola y madre de la protagonista de hoy, Hildegart, la niña engendrada y educada para ser modelo de mujer del futuro; una mente prodigiosa cuya prometedora trayectoria se ve frustrada cuando la madre,
temerosa de que la relación entre ambas se desviase del recto camino para el que fue
concebida, le dispara tres veces en la cabeza y una en el corazón.

Un drama que conmocionó a la sociedad de la época y que adquiere aquí la cruda dimensión de una insólita realidad que el Maestro Durán transforma en música para escena, para ballet, lo que constituye además toda una innovación, dada la escasez de escritura para el género.

El estreno de la versión concierto, como primer paso hacia la representación escénica, iba a ser el pasado viernes por la Orquesta Vigo 430 dirigida por Isabel Rubio, si bien, las actuales circunstancias hicieron que quedase en un standby cuyo proemio son tres entrevistas realizadas por Elisa Méndez en las que compositor y directora muestran entre otros aspectos que van desde la gestación de la obra al reto gigantesco que supone la primera interpretación.  Internet hace posible el milagro desde el canal YouTube al que pueden acceder todos los que sientan interés y curiosidad.

Hildegart encuentra ahora su dimensión en el arte de la música. Ella, como singulares mujeres: admirada y repudiada, deseada y desechada, bendecida y por su suerte fatal…maldita.

 

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