Música que abrió la Puerta Santa

Julia Mª Dopico Vale

El pasado 31 de diciembre, el Arzobispo de Santiago, Monseñor Barrio, realizó el rito de apertura de la Puerta Santa en Compostela, dando inicio al Año Santo Compostelano 2021. Un camino que se inicia tras golpear tres veces la Puerta Santa con el martillo ceremonial donado por un matrimonio alemán en julio de 2019 y construido con plata y madera de encina. Un acto importante para Galicia y para toda la cristiandad, no olvidemos que nuestro Santiago es junto a Roma y Jerusalén el principal centro de peregrinaje de todos los que vivimos la fe con el credo que ilumina a Europa desde tiempos seculares.

La música no podía faltar en tan relevante ocasión, estando presente desde el inicio con el anuncio musical escrito por el maestro Juan Durán e interpretado por el Quinteto de Metales Hércules Brass, formado en A Coruña hace nueve años y especialista en los instrumentos que desde antiguo cumplen una función heráldica, de aviso o de señal, incorporándose después a la música culta gracias a su progresivo perfeccionamiento. Compases también de Durán para acompañar la procesión hacia la Puerta Santa, escritos sobre el Salmo 121. A la lectura del mensaje de S.S. el Papa Francisco, sucedió el himno Veni Creator– “Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles/llena de tu divina gracia/ los corazones que creaste…”-un texto que procede del S. IX y que es atribuido al monje benedictino alemán Rabano Mauro y musicado para el Canto Gregoriano con las características propias del canto llano, tan decisivo para la evolución de la música de nuestra tradición occidental.

El rito de apertura finalizó con las trompetas jubilosas en los compases de Durán, organizándose la procesión con el Iubilate Deo de Orlando di Lasso, compositor de la escuela franco-flamenca del Renacimiento tardío y uno de los grandes representantes de la creación musical religiosa de su tiempo junto a Victoria y Palestrina. Con el gregoriano Te Deum se inició la procesión y después, tras llegar al Altar se entonó el Gloria de la Misa de Angelis de Domenico Bartolucci (1917-2013), genial representante de la música litúrgica que llega al S.XX desde la más pura tradición y autor de una enorme producción musical, superando sus obras publicadas los cuarenta volúmenes que incluyen motetes, misas, laudes, himnos y oratorios.

De esta Misa de Angelis de Bertolucci, el gran músico y hombre de Iglesia, escuchamos también el Sanctus y el Agnus Dei. Música de Durán en el Salmo responsorial y después Lucero del alba, obra del nedense Xavier Méndez (1937-1983), el músico que “supo descubrir el alma de Galicia en su canto” y que escribió abundantemente obras todas de carácter religioso. Valga en él la representación de Ferrolterra en la solemne ceremonia, con su melodía magníficamente instrumentada por Xoán Trillo. El Credo, de la Misa de Angelis en polifonía de Nemesio García Carril (1.943), otro maestro gallego, especializado en canto, dirección, composición y musicología, creador de bandas sonoras como la de la película Los Gozos y las Sombras, basada en la novela homónima de Gonzalo Torrente Ballester.

Música de órgano, el instrumento más característico de la Iglesia, en la presentación de ofrendas y en la comunión cantos propios de la Navidad, villancicos como el tradicional Adeste Fideles, invitando a los fieles a adorar al recién nacido Salvador o Vinde picariñas, con música de Nemesio García Carril y en estreno, el brillante motete Sae da tú aterra, obra de creación en el que nuevamente Juan Durán se sirve del lema oficial del Año Santo Compostelano: “Sae da túa terra, o Apóstol, Santiago, espérate”.

El Botafumeiro, el símbolo más reconocido y popular de la Catedral de Santiago perfumó con su incienso el rito de acción de gracias tras la comunión sonando los compases del que hoy se identifica como el Himno al Apóstol Santiago, con letra del médico compostelano Juan Barcia Caballero y música del maestro de Capilla de la Catedral Manuel Soler Palmer.

Todo un milagro musical que se hizo posible gracias a los magníficos intérpretes de la Capilla de la Música de la Catedral y su director D. Miro Maeira Arincón, junto al solista y Director de Canto D. José Luis Vázquez López. El órgano interpretado por D. Adrián Regueiro García nos despedía, pero con la intervención conjunta del gaiteiro Carlos Núñez, que nos llevó al corazón popular que late en Galicia al son del roncón y con el fuelle vital de la melodía, ungida de plenitud. En su dulzura y en mi deseo, que la fé y la esperanza sirvan de guía para este nuevo Año Santo.

 

 

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