El VA Juan Luís Sobrino se despidió en Ferrol de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima

(PS-gráficas Galicia Ártabra)-En la mañana de este viernes , día 16 de septiembre, el Almirante de Acción Marítima (ALMART), Vicealmirante Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, visitó el Arsenal de Ferrol para despedirse de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Ferrol (MARFER) que se encuentran bajo su mando, con motivo de su próximo cese, por pase a la reserva, como Almirante de Acción Marítima el mes que viene.

Dentro de esta visita figuraron también reuniones protocolarias con el alcalde de Ferrol, Ángel Mato; y con el Almirante Jefe del Arsenal, VA Ignacio Frutos Ruiz.

ACTO DE DESPEDIDA

A las doce y media de la mañana de este viernes el VA Sobrino Pérez-Crespo llegó a la explanada frente a las instalaciones de la Jefatura de Órdenes de MARFER.

Fue recibido por el Comandante del Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Ferrol (COMARFER), capitán de fragata José M.Faraldo Sordo, los comandantes de las unidades de la Fuerza de Acción Marítima presentes en Ferrol, así como una representación de sus dotaciones, por los mandos y personal de la Unidad de Buceo; y por el personal de la Jefatura de Órdenes de MARFER.

 

PALABRAS DEL VA SOBRINO

Seguidamente tras celebrarse el acto de lectura de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, en las que se recogen las Leyes Penales el Vicealmirante Sobrino se dirigió a todos los presentes pronunciando unas palabras de despedida.

Comenzó dirigiéndose a todos los presentes indicando que “ Representa para mí un honor y un privilegio poder dirigiros unas palabras cuando me quedan pocos días al frente de esta tan querida para mí Fuerza de Acción Marítima

Lamentablemente en los algo más de tres años y medio que llevo en este destino, he tenido menos oportunidades de las que hubiese querido para visitaros con más frecuencia. Sin duda las restricciones que hemos sufrido durante más de dos años por la pandemia que sorpresivamente nos asoló, y las lógicas prevenciones de contactos sociales que hemos tenido que afrontar, no han facilitado nuestros movimientos.

Sin embargo, a través de vuestro Comandante he estado perfectamente al corriente de vuestras actividades, inquietudes y anhelos. Siempre para mí las personas han sido lo más importante, y lo que más he procurado a lo largo de este tiempo, es mejorar vuestras condiciones de vida. El principal problema que nos acucia es el de la falta de personal en determinados puestos, y la cobertura de las bajas que se producen durante las salidas a la mar por diferentes situaciones relacionadas con la conciliación familiar».

La conciliación familiar

“La conciliación familiar debe ser propiciada y respetada por todos, pero todos somos asimismo conscientes de las carencias que se generan y que en muchas ocasiones resulta muy difícil paliar. Los tiempos de permiso que están reglamentariamente establecidos tienen, a mi juicio, que ser asumidos como un derecho, pero no como un deber.

Idealmente, y desde la perspectiva del espíritu de servicio que tiene como norte la profesión militar, los periodos de licencia deberían ser empleados para ayudar en la unidad familiar el periodo de tiempo que en conciencia fuese necesario. A la exigencia que impone el servicio a bordo de

la propia unidad, muchas veces nos vemos obligados a recurrir a la designación de comisiones que suponen un esfuerzo añadido. Comisiones de servicio que tienen que ser designadas por el mando orgánico y que suponen en la mayor parte de las ocasiones un quebranto en planes personales y familiares, y siempre, un aumento de la carga de trabajo”.

Barcos veteranos y camaradería

“Manejáis barcos veteranos, a los que sacáis lo mejor de ellos mismos. Barcos que superan en la mayor parte de los casos los treinta años de vida de servicio, lo que añade dificultad añadida a vuestra labor de mantenimiento y empleo de la plataforma, y en los que la calidad de vida no es siempre la que nos gustaría. Barcos sin embargo, que por el tamaño de la plataforma y por lo reducido de su dotación, propician una situación de camaradería y compañerismo difícil de sentir en unidades de mayor porte.

Las misiones que realizáis son de muy diversa índole, pero todas importantes. Me gusta decir que constituimos la marina de proximidad, la que nuestros compatriotas perciben de manera más directa. Vigilancias marítimas, colaboraciones con las unidades de la fuerza de combate, o cualesquiera otras que se nos presenten, apoyos a islas y peñones de soberanía, presencia y vigilancia en el mar y la Isla de Alborán, transportes logísticos, y la nunca bien ponderada actividad de los buceadores de UNBUFER, que con prontitud y eficacia actúan en cualquier lugar que se les solicita en multitud de cometidos. En particular, le excepcional visibilidad que brindáis a la sociedad gallega y del Norte cercano en lo que respecta a la protección de su patrimonio sumergido no deja de recibir un reconocimiento y gratitud, que complementa al que vuestra cotidiana labor operativa en el ámbito puramente naval, no podemos más que poner en valor”.

Entrega, sacrificio, lealtad….

“Nuestra profesión es vocacional, pues no hay dinero que pague los esfuerzos y sinsabores a los que hacéis frente; sin embargo, debemos seguir procurando la percepción de aguas de extranjero o aprovechar cualquier otra circunstancia legal que permita incrementar el líquido a percibir. La consecución de la inclusión del Despliegue Africano dentro de las operaciones en el exterior del Acuerdo Marco del Consejo de Ministros, ha supuesto, asimismo, un buen aliciente.

Agradezco vuestra entrega, espíritu de sacrificio, austeridad, presencia de ánimo, compañerismo, lealtad, disciplina y profesionalidad. Gracias a vuestro trabajo en las unidades de MARFER, la Fuerza de Acción Marítima puede cumplir los cometidos que se le asignan, y yo estoy muy orgulloso de ello”

Tras estas palabras los asistentes cantaron el Himno de la Armada y se dio por finalizado el acto.

Posteriormente se celebró un sencillo acto de confraternidad al que asistió el Almirante Jefe del Arsenal, Ignacio Frutos Ruiz y compañeros de promoción del VA Sobrino.

EL VICEALMIRANTE JUAN SOBRINO

Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, aunque nacido en Pontevedra el 4 de febrero de 1960 es «un ferrolano de toda la vida». Ingresó en la Escuela Naval Militar en agosto de 1979 y finalizó sus estudios en julio de 1984, siendo promovido al empleo de alférez de navío. Especialista en Electrónica y Oficial de Acción Táctica (TAO), está diplomado en Estado Mayor por la Escuela de Guerra Naval (1998).

Entre sus destinos a bordo figura el destructor “Gravina”, patrullero “Villaamil”, corbeta “Vencedora” y Jefe de Órdenes de la 31ª Escuadrilla de Escoltas. Ha sido comandante del dragaminas “Ebro” y el BIO “Las Palmas”, con el que participó en la campaña antártica 2000/2001. Ascendió a capitán de fragata en julio de 2003, empleo con el que en noviembre de 2007 asumió el mando de la fragata “Navarra”.

Tras su ascenso a Capitán de Navío en julio de 2011 es nombrado Secretario General del Estado Mayor de la Armada, con efectividad de septiembre de 2011. El 9 de julio de 2012 tomó posesión del mando de la Escuela Naval Militar hasta el 24 de julio de 2015. Posteriormente desempeñó el cargo de Almirante-Comandante del Mando Naval de Canarias.

El Vicealmirante Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo ostenta el cargo de Almirante de Acción Marítima desde enero de 2019. En febrero de ese mismo año fue ascendido a Vicealmirante.  Cesa en su cargo después de una plena y extensa carrera militar en la que han predominado sus destinos relacionados con buques de la Armada.

Está en posesión de la Gran Cruz, Placa, Encomienda y Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, Gran Cruz del Mérito Naval, cinco Cruces del Mérito Naval, Cruz del Mérito Militar, Cruz del Mérito Aeronáutico, Cruz del Mérito de la Guardia Civil, y Cruz del Mérito Policial.

 

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