Los secretos del desarme del Príncipe de Asturias contados por su responsable

atenea-15(Atenea D.) Charlamos con el jefe de la sección de Ciclo de Vida de la Armada, dependiente de la División Logística, el capitán de navío Manuel Ángel Martínez Núñez, para conocer los secretos del primer desarme de un portaviones como el Príncipe de Asturias en España.

¿Cuál es el calendario para desarmar el Príncipe de Asturias?

El buque lleva inmovilizado en el Arsenal de Ferrol desde el día 8 de febrero. Cuatro meses antes se inició todo el proceso de baja, con la elaboración en la Base Naval de Rota de la documentación necesaria para el desarme y el desembarco del material aprovechable para los buques y unidades basados en Rota. Actualmente se acomete la clasificación de los equipos útiles para la Armada y se continúa desembarcando cierto material. A partir del próximo verano se comenzará la desmilitarización de los equipos que no sean de interés para la Armada y se finalizará la distribución de los equipos útiles. Todo ello sujeto a que pueda surgir alguna oferta de compra. Así, la fecha de baja del buque en la Lista Oficial de buques de la Armada está prevista, en principio, para el segundo semestre de 2013.

¿Cuál será del destino final del Príncipe de Asturias? ¿el desguace?

A día de hoy no es posible precisarlo. Aunque se trata de una unidad naval muy particular y compleja y, por tanto, de difícil venta, sería magnífico que el buque fuese comprado por otro país y que éste decidiese reformarlo en España para adecuarlo a sus necesidades, esto supondría una buena carga de trabajo a nuestros astilleros. Todas las posibilidades están abiertas.

¿Cuál es la complejidad del desarme del Príncipe de Asturias respecto al desarme de otros barcos?

A diferencia de la mayor parte de los buques mercantes, los de guerra están llenos, casi saturados, de equipos y sistemas. Por tanto, la complejidad de su desarme se debe al gran número de elementos, muchos de ellos de alto nivel tecnológico. Un carguero de 20.000 toneladas de desplazamiento tiene muchísimos menos equipos que una corbeta de 2.000.

¿Cuántas piezas se retiran, cuánto pesan y qué suponen en cifras?

Es muy difícil dar una cifra, pero se han quitado más de 60.000 elementos, superando los trescientos palés de material, entre las piezas que se han retirado para la Flotilla de Aeronaves de la Armada, para el Arsenal de La Carraca y los repuestos desembarcados en el Arsenal Militar de Ferrol. De cualquier forma, hay que tener en cuenta que, aunque el desplazamiento del Príncipe de Asturias es de 16.000 toneladas, sólo una pequeña parte corresponde a estos elementos reutilizables.

¿Qué es lo más complicado para desarmar un barco como el Príncipe de Asturias?

Controlar el buen estado y el retorno correcto a la cadena logística de la Armada, de todos los elementos que se consideren útiles, para poder almacenarlos, distribuirlos y emplearlos en otras unidades. Y no es fácil. Conlleva una tarea de identificación y catalogación muy minuciosa. Todo ello, lógicamente, evitando daños al resto de los equipos.

¿Cuál es la pieza más compleja de retirar?¿y la más costosa?

Por su valor económico y volumen, me inclinaría por las dos turbinas de gas de propulsión, pero estos equipos disponen de rutas de desmontaje con unos procedimientos y sistemas preestablecidos que facilitan enormemente su reemplazo en corto tiempo. Este reemplazo de turbinas ya se ha hecho en varias ocasiones, por lo que podríamos hablar de dificultad pero no de gran complejidad.
Existen elementos como el banco de pruebas de equipos, un «artilugio» neumático e hidráulico del taller de aviónica, que necesita para su desmontaje la apertura de «cesáreas» o cortes de la chapa de los mamparos y cubiertas, que complican su retirada. Otros, como el radar aéreo, requieren medidas de seguridad adicionales, es un elemento complejo, pesado, voluminoso y está muy alto, por lo que resulta obligado el empleo de grúas especiales.
Por último, la caja de engranajes reductores que conecta el eje con los motores de propulsión (turbinas de gas), suele ser el elemento más voluminoso de un buque. Por su peso y tamaño sería muy, muy difícil de desmontar antes del desguace, habría que hacerlo en piezas y hacer cesáreas en el casco.

¿Cuál es el destino de estas piezas? ¿se acoplarán a otros buques?

Los repuestos, pertrechos y equipos clasificados como útiles, que se desembarcan de cualquier buque que cesa su Servicio en la Armada pasan a la cadena de aprovisionamiento. Es un proceso perfectamente regulado por normas e instrucciones del apoyo logístico. El material que no es útil para la Armada, normalmente, se subasta a través de unas juntas de enajenación.

¿Tiene Navantia alguna implicación en estos trabajos? Quiero decir. ¿generan alguna carga de trabajo al sector civil?

Para el desmontaje de determinados equipos pesados y/o voluminosos se requiere la participación de medios ajenos a la Armada. Otra cosa sería que algún país mostrase su interés por comprar y utilizar el barco; en ese caso Navantia, como astillero constructor, tiene ya proyectos muy competitivos para la remodelación del buque, pero ahora mismo sólo es una hipótesis.
Si alguien paseara por el Príncipe de Asturias antes del desarme y después, visualmente ¿qué apreciaría? Visto desde el muelle después del desarme apreciaría que al buque le faltan numerosos elementos exteriores, las antenas de los radares y de comunicaciones, además del indudable deterioro de su pintado y apariencia general.
En su interior le faltan todos los pertrechos de seguridad interior (extintores, mangueras), de habitabilidad (colchones, mesas), los equipos y un largo etc. Después del desarme, será un barco fantasma con enormes espacios casi vacíos.

¿Se ha pensado vender a particulares partes, piezas del Príncipe de Asturias como recuerdo?

En general no se contempla esta opción de venta individual, ya que se trata de piezas que normalmente son aprovechadas por la Armada como elementos ornamentales o históricos, o se entregan, también con este fin, a alguna institución pública mediante convenios. ¿Tener la hélice de recuerdo? (sonríe) quizá no sea una buena idea teniendo en cuenta que mide 6,1 metros de diámetro.

Si alguien lo adquiere, ¿cuáles son los elementos más costosos imprescindibles para devolverle la operatividad?

Depende del uso que le quieran dar, es muy diferente si se quiere recuperar su capacidad como portaaviones o como buque de mando, o simplemente como buque hotel y plataforma de helicópteros, con o sin capacidad para taller de reparaciones. En todo caso, para devolverlo a la «vida militar» sería necesario volver a instalar los equipos de mando, control y comunicaciones, que son muy caros.
En la actualidad, el buque es una plataforma naval con un amplio hangar y cubierta de vuelo, capaz de moverse autónomamente y poco más, pero con muchas posibilidades de adaptación.

¿Qué es lo que más duele como marino y militar retirar?

Siempre duele dar de baja un buque, los marinos los consideramos casi como seres vivos y son parte de nuestras vidas; más aun en este caso, que ha sido una unidad emblemática para la Armada en los últimos veinticinco años.

 

 

Lea también

El AJEMA presidirá en Ferrol la baja oficial del remolcador de altura «Mahón».

El remolcador de altura (R.A.) ‘Mahón’ A-51, con base en Ferrol y encuadrado dentro de …