Ramiro Fonte

maria figalgo-aMaría Fidalgo Casares, Doctora en Historia

Ramiro Fonte, Crespo nació en Pontedeume en 1957 y falleció en el otoño de 2008 en Bellvitge, Barcelona, en la cumbre de su carrera, pocos meses después de recibir en Ferrol el Premio Porto Magno en reconocimiento a su trayectoria, dejando un inmenso vacío entre sus allegados y en el mundo de las letras.

Fue no sólo una de las figuras fundamentales de la poesía gallega del último siglo, sino una de las voces más importantes de la lírica europea contemporánea. Licenciado en Filosofía, profesor de Lengua y Literatura, narrador, ensayista, crítico y gran estudioso de la literatura. Fue poseedor de una magna gran cultura humanista y miembro de la Real Academia Galega, así como Director del Instituto Cervantes de Lisboa desde 2005 hasta su muerte.

La obra de Fonte en poesía y prosa es el relato de su vida. Ramiro confesaba que era en la infancia donde estaba la parte más íntima y profunda de su yo, y como decía Rilke “La infancia es la patria del hombre” y Fonte volvía a ella, y por lo tanto a Pontedeume, de forma recurrente. Significativo y premonitor fue que publicase el último tomo de las memorias de su infancia poco antes del diagnóstico de la enfermedad fatal que le llevaría a la muerte.

Su vida estuvo marcada por una apasionada vocación por la literatura, y por una especial sensibilidad para las letras que heredó de su madre. Criado en Pontedeume, a los diez años se traslada con su familia a Ferrol, ciudad en la que trabajaba su padre y en la que realiza sus estudios de Bachillerato. en el colegio «Tirso de Molina», en el que sería acusado de copiar las redacciones porque “Era imposible que las hubiera escrito él”.

En Santiago, obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras y participó en la fundación del grupo poético «Cravo Fondo» (1977) y de las revistas «Bonaval» y «Dorna» y perteneció a una generación de poetas dispuestos a la renovación de la literatura gallega que intentaba superar las limitaciones de la lírica de aquellos años, tan imbuida como todas las facetas artísticas de la época de discursos socio-políticos.

Y pese a haber titulado su primer manifiesto“Por Galicia, pola poesía, cravo fondo una verba nova para una terra ceibe”, su firme apuesta por la poesía pura, libre de encorsetamientos ideológicos, sería la tónica que mantendría toda su vida, al igual que los temas que dominarán en toda su obra: el paso del tiempo y la reflexión sobre la condición humana, la despedida entre seres queridos, la memoria herida por el dolor de una pérdida irreparable, la existencia humana vencida o amenazada por la presencia recurrente de la muerte y, sobre todo, el imaginario simbólico marítimo, el mar, la navegación, los puertos, las aves, las playas, los viajes, las ciudades del mar: Vigo, Londres, Lisboa… y sobre todas ellas, Ferrol y la villa de Pontedeume, “claro referente vital y caudal inagotable de nostalgias”.

Ramiro escribió desde su más tierna infancia, En 1983 publicó «As cidades de nada», el primer libro de poesías de los diez que editaría en gallego y cuatro en castellano. Siguió el intimista “Designium” y con “Pensar na tempestade” obtuvo sus primeros premios y su reconocimiento como poeta: el Premio de la Crítica de Galicia y el Premio «Losada Diéguez».

Por “Pasa un segredo» ganó el Premio de la Asociación de la Crítica Española, por “Adeus Norte” el Premio Esquío. “Luz do mediodía” fue Premio de la Crítica Española y finalista al Premio Nacional de Literatura. Siguieron “O cazador de libros” en el que se refleja su vocación de bibliófilo, “Mínima moralidade” Premio «González Garcés», «Capitán inverno«, finalista del Premio Nacional de Literatura; «A rocha dos proscritos, Reversos» (2008) y «Xardín do pasatempo» (2008), que supuso su única e ilusionada incursión en la literatura infantil, y que hoy es uno de los libros más leídos en los colegios gallegos.

ramiro fonteTras su etapa formativa, se acercará a la tendencia literaria llamada “poesía de la experiencia”, y se convertirá en su referente principal en Galicia. Ramiro buscaba un espacio propio, el ser escritor en lengua gallega pero fuera del espacio central «Tan marcado ideológicamente» intentando traspasar las determinaciones de origen. De hecho se convirtió en el poeta gallego que más estrecha y continuada relación manifiesta con escritores y tendencias de otras literaturas, tanto de la Península Ibérica como del resto de Europa. Como ensayista publicó “As bandeiras do corsario” y como narrador se dio a conocer públicamente con el libro “Catro novelas sentimentais” al que siguieron “As regras do xogo”, Aves de paso” , “Os leopardos da lúa” , el relato “Soños eternos”, y sobre todas ellas su obra cumbre: la Trilogía “Vidas de infancia” finalista al Premio Nacional de Literatura, compuesta por las novelas «Os meus ollos» (2003), premio «Losada Diéguez»; «Os ollos da ponte» (2004), y «As pontes no ceo» (2007), novelas memorialísticas en las que en más de mil trescientas páginas reconstruye la vida del Pontedeume de los años 60, en el marco del desarrollismo de la dictadura franquista. Constituyen la consagración inequívoca de Fonte como prosista, ya que sin lugar a dudas, son tres de las mejores novelas escritas en lengua gallega en los últimos siglos.

Unas novelas definidas en palabras de su editor como “De vivos mortos e de mortos vivos, nas que mistura lirismo, oralidade, técnica teatral, erudición e filosofías de rueiro e que, baixo os presupostos da narrativa clásica, tamén indaga nas raíces da vocación literaria”.

Siguiendo el hilo de las vivencias personales del niño Fonte, y de la prodigiosa memoria de sus familiares mas cercanos, las novelas se transforman en un testimonio de memoria colectiva y permiten entender todo un siglo de existencia en un pequeño lugar, que podría haber sido cualquier lugar de Galicia o del mundo. Fonte tiene el poder de extrapolar el marco local al concepto de universalidad. Consiguió “atopar o adn do universal na mirada sobre os espazos locais «. Este carácter de universalidad que tanto comparte con el otro gran artista de la villa: el pintor Abelardo Miguel al que retrata exquisitamente en sus novelas, existiendo entre ellos numerosos paralelismos. Ambos han supuesto contribuciones únicas en la cultura gallega, sin epígonos, porque sus letras y sus lienzos fueron tan personales que no pudieron tener continuadores. Dedicaron su vida al retrato de Galicia y sus gentes, a la presentación de arquetipos y la plasmación del espíritu de una comunidad, la suya, la de ellos, la de todos. Abelardo Miguel desde el mundo marinero y Ramiro Fonte desde el mundo de un niño de los 60 y pertenecen no solo a la memoria colectiva, sino a la afectiva, tienen el poder de la annamesis, o la rememoración, que sólo los sabores o los olores, transportan y permiten viajar a un tiempo que ya no existirá.

Esperamos que en un futuro próximo la obra de Ramiro Fonte tenga la difusión que merece y O Día das letras Galegas se dedique a la memoria de este artista eumés, Patrimonio de la Cultura Gallega.

 

 

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