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.(La Nueva España)-CEMBRANOS «Las visitas a los barcos son tan importantes como el trabajo que realizamos en la mar. Contamos lo que hacemos y la gente puede ver en qué se emplean los impuestos. Muchas operaciones rutinarias pasan desapercibidas y esto es una forma de darnos a conocer», explicó David Díaz-Caneja Greciano, capitán de corbeta al mando del patrullero «Serviola» de la Armada española, con base en Ferrol, atracado hasta el mediodía de este sábado, día 22, en el muelle del Niemeyer.
La respuesta de los avilesinos fue tan buena como en ocasiones anteriores y decenas de personas pasaron por el buque el viernes por la tarde y el sábado por la mañana para conocer su interior. Los más pequeños fueron los que más disfrutaron del recorrido por las instalaciones de la embarcación y no dudaron en hacerse fotos junto al cañón de proa, en la sala de control o sentados sobre los globos de defensa. La estancia del «Serviola» en Avilés fue más corta de lo esperado, ya que el patrullero tuvo que partir un día antes de lo previsto.
El trabajo del barco de la Armada consiste en controlar el tráfico marítimo en lel Cantábrico. «Nos dedicamos a realizar inspecciones de pesca, a colaborar con Salvamento Marítimo o la Guardia Civil en casos de naufragios, a vigilar que se respeta el medio ambiente y a la protección del patrimonio arqueológico», expuso el capitán. Díaz-Caneja, respecto a los barcos pesqueros, aseguró que apenas han detectado infracciones.
«Comprobamos que están faenando en zonas permitidas, que llevan los papeles en regla o la carga que llevan. En un año y medio, por ejemplo, no hemos cursado casi ninguna infracción. Ahora están muy controlados tanto en la mar como en tierra, sobre todo desde que está en marcha el diario de a bordo. Eso da sus frutos en las inspecciones», comentó. El capitán valoró el recibimiento de Avilés, la hospitalidad de la Autoridad Portuaria y la del Ayuntamiento.
