El Concello de Cedeira descubre la historia del ancla del «Paolina R.»

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Desde esta semana, vecinos y visitantes de Cedeira pueden contemplar y conocer la historia de la ancla que, desde finales del siglo XIX, permanecía soterrada en el antiguo pantalán de la villa, hoy en día Paseo de la Marina entre el puente viejo y el nuevo. Un ancla que, durante más de un siglo, permaneció oculta bajo el paseo y que en su día perteneció a la bricbarca italiana Paolina R., cuya tripulación naufragó frente a la playa del Cubilote, al pie del faro de la ría de Cedeira. Y tripulación que consiguió salvar la vida gracias a la heroicidad de los vecinos de Cedeira y a su rápida respuesta ante la catástrofe.

El Ayuntamiento decidía darle visibilidad a la ancla y a su historia y el alcalde en funciones, Luis Rubido, informaba en la mañana de este jueves, día 11, del remate de los trabajos para hacerlo factible. Tras el su descubrimiento, se habilitó una placa transparente para cubrirla y se colocó una balaustrada para protegerla. Asimismo, se ubicó un panel informativo en gallego y castellano en el que se recogen los hechos acontecidos en torno a la embarcación y el papel de los cedeireses en el rescate, así como iluminación para permitir su visión por la noche.

Fue en 1880 cuando se emitió la orden real de construcción del pantalán en esa zona y, a lo largo de esa década, se ejecutó. En aquel entonces, se optó por soterrar el ancla y utilizarla como argolla para el amarre de las embarcaciones.

ancla paolina r 16-4-1De su existencia daba cuenta la argolla de hierro que sobresale de la parte del muro más próxima al puente viejo. Luis Rubido apuntó que la intención era homenajear a aquellos cedeireses y cedeiresas que salvó la vida de los trece tripulantes de la Paolina R. un velero genovés que, procedente del puerto de Plymouth, se dirigía la Nueva Iork con su cargamento y bajo las órdenes de Santiago Demarchi y el oficial Giovanne Geacome. A su paso por la ría de Cedeira, y según consta en los escritos de la época, un terrible temporal provocó su naufragio.

Fue el cónsul italiano en Ferrol quien por aquel entonces se hizo cargo de que instruya el expediente de siniestralidad y destacar la actitud valiente de los cedeireses que procedieron a su rescate. Un hecho histórico que fue premiado por la Sociedad de Salvamento de Náufragos. Ahora, el Ayuntamiento hace visible y pone en valor este trozo de la historia de Cedeira.

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