Ante el atentado de Narón

Mucho y a veces «subidos de tono» han sido los comentarios surgidos en torno al atentado sufrido por dos templos de la iglesia católica en la parroquia de Sedes, en el concello de Narón.

El ataque de este sábado ha generado un gran rechazo, salvo excepciones, y repudio en redes sociales, aunque a eso del repudio me referiré unas lineas mas abajo.

De inicio la palabra atentado, que parece que a algunos les suena a «tema político» es la mejor que se pueda aplicar. (Emprender o ejecutar algo ilegal o ilícito. Acto criminal contra cualquier persona o cosa, con la finalidad de alterar el orden establecido).

El atentar contra la parroquial de Sedes y la capilla de Placente ha sido un acto llevado a cabo por una o varias personas que claramente han ejecutado de manera ilícita, con premeditación, nocturnidad y alevosía.

Ha sido un acto premeditado porque previamente a realizar su acción vandálica prepararon artefactos incendiarios que llevaron consigo cuando iniciaron la labor destructiva y además con el «mismo plan de ataque» a los dos templos.

Con nocturnidad porque ese o esos «terroristas de pacotilla» son tan cobardes que tuvieron que aprovechar las primeras horas de la mañana, cuando aun muchos vecinos estaban descansando tranquilamente en su hogares para realizar «la azaña».

Ha sido con alevosía, comisión de un delito «a traición y sobre seguro». Es el empleo de medios, modos o formas en la ejecución del hecho que tienden a asegurar el delito, sin riesgo para el autor.
Y a todo esto…¿Así se quedan las cosas?, es decir, nadie duda que las fuerzas de seguridad estarán trabajando , de verdad, por conseguir datos, por averiguar las causas y por detener a los autores de los hechos, pero.. ¿todo se quedará en la acción policial?

Me refiero a que esta sociedad parece «impasible al dolor, a los daños causados, al ademán». Salvo en las redes sociales que este domingo «ardieron» (en Galicia Ártabra registramos el mayor número de lectores en los últimos meses, miles y miles), la nota de condena del Partido Popular de Narón, la de la Junta General de Cofradías de la Semana Santa y la del Obispado de Mondoñedo-Ferrol no se ha visto ningún comunicado oficial del mismo concello, de los demás partidos políticos (no fue así cuando por ejemplo se «atacó» la sede del PSOE naronés), ni de entidades y asociaciones. Todo el mundo callado.

No se lleva eso de condenar un hecho execrable, abominable, aborrecible, detestable, odioso y repugnante. ¡no!. Si se tratase de «otros» podría ser, pero eso de defender temas religiosos en estos tiempos…..¡no se lleva!.

Y que no nos digan que no se sabía nada porque precisamente en el templo parroquial hubo que trabajar a fondo para limpiar todo el desaguisado puesto que al mediodía del domingo, pocas horas después del atentado, contraía matrimonio una joven ligada al despacho de la alcaldía….sobran palabras.

Hay alguno que otro que ha llegado a criticar las bien pensadas palabras del comunicado del obispado al considerar los hechos como algo «vandálico», y es cierto que así se puede calificar el acto, de auténtico vandalismo al que se podrán sumar otros adjetivos una vez se conozcan bien los hechos, pero …lo que si, después de lo dicho , no se puede involucrar a nadie, hay que esperar.

Es cierto que en algunos ambientes se vive crispación, es cierto que determinados grupos emponzoñan, envilecen, encizañan, enemistan, envenenan, infectan, intoxican, , tratan de «sacar tajada» entre los jóvenes, parados, marginados, menos favorecidos o perjudicados por la sociedad, etc, pero… es mejor esperar a conocer a los autores de este «terrorismo doméstico» que como dice un buen amigo antes de hacer lo que hicieron «pudieron haberse duchado con agua fría para que se les fuera el calentón» . Lo que si es verdaderamente cierto es que, a pesar de lo que quieran pensar algunos, no estamos en el 36, a Dios gracias.

Desde Ultramar,
Pedro Sanz-Director.

pd/Posteriormente Eliximos Narón emitiió un comunicado de condena.