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Un año más, y ya van diez, los socialistas de Fene rindieron en la mañana de este martes un homenaje a Ramón Souto, el último alcalde republicano de la localidad que murió fusilado en el castillo de San Felipe el 16 de agosto de 1936.
Al acto, que se desarrolló ante el monumento a la memoria histórica en el paseo de San Valentín, asistieron un nutrido grupo de socialistas de Fene y miembros del Comité Ejecutivo Municipal, entre ellos el secretario general de la agrupación y concejal de Fene Joaquín Ayala Garrido; el secretario de organización, José Pico Rey; y los concejales socialistas Antón Noceda Carballo, portavoz municipal del grupo socialista y Amalia García Amado. Asimismo estaban presentes, entre otros, el senador socialista Ángel Mato Escalona; la parlamentaria gallega fenesa, Mónica Fernández Rodríguez; los concejales de Somos Fene X.M. Rodríguez Bastida y César Castro; representantes de la agrupación socialista de Neda; un nutrido grupo de vecinos y vecinas de Fene y Antonio Seijo Souto, un sobrino tercero del alcalde asesinado, que reside en la localidad.
Tras una ofrenda floral el secretario de la ejecutiva local rememoró la vida y figura política de Ramón Souto; el portavoz del grupo socialista Antón Noceda presentó dos publicaciones que recuperan la memoria histórica de los momentos de 1936 y el senador en las cortes generales de España Ángel Mato Escalona hizo referencia a los grandes avances de la II República que perduran en la actualidad y al sacrificio de aquellos que lucharon por la libertad y la democracia frente al golpe de estado.
Ramón Souto nació en el año 1900 en Pobra do Caramiñal y antes de cumplir el servicio militar se trasladó a Fene con su familia. Fue uno de los fundadores del Partido Socialista en el año 1934 y después participó en la constitución del Círculo de Fene, que fue el que dio origen a la sociedad cultural y recreativa actual.
Ramón Souto era barbero de profesión y tenía su salón en un edificio situado en el cruce de la carretera de A Fraga con la avenida Marqués de Figueroa.
Al parecer, en ese local, que contaba con una pequeña biblioteca en la que se realizaban préstamos de ejemplares y se realizaban lecturas para los que no sabían leer, se celebraban muchas reuniones de gente con ideas afines al del político que posteriormente sería asesinado.
El compromiso político y sindical de Ramón Souto hizo que también participase en la sociedad agrarista La Necesaria. Fue detenido y fusilado en el castillo de San Felipe.
