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El Foro de Amigos de Ferrol recuerda el ejemplo que puede significar para nuestra ciudad el Museo das Mariñas de Betanzos.
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En la Comunidad de Galicia, tanto Santiago de Compostela como las cuatro capitales provinciales disponen de variados museos para mostrar a los ciudadanos su Patrimonio Cultural. Muchas otras localidades gallegas, desde Mondoñedo a Melide o desde Tui a Lalín, tienen también museos de diferente entidad, mientras Ferrol lleva décadas mostrando su incapacidad para crear un Museo de la Ciudad.
Sin ir más lejos, a menos de 40 kms de Ferrol, en Betanzos de los Caballeros se puede visitar el Museo das Mariñas, que constituye un ejemplar espejo en el que puede mirarse la Ciudad Ensimismada que se llama Ferrol. Inaugurado el año 1983, ocupa una serie de dependencias del noble edificio que en su día albergó el antiguo monasterio de Santo Domingo.
El Museo das Mariñas tiene un carácter multidisciplinar, artístico, histórico y antropológico, abarcando interesantes aspectos y guardando diferentes elementos y objetos que van desde restos romanos y esculturas medievales hasta los pertenecientes a la propia historia de la ciudad de Betanzos. En sus diferentes salas recoge, por ejemplo, una amplia colección de pintura, incluyendo un Apostolado completo de la escuela de Rubens, o una colección de trajes tradicionales, muchos de ellos procedentes del Ballet Rey de Viana.
El Museo alberga igualmente diversos elementos de carácter etnográfico que reflejan la evolución de los usos y costumbres de un pueblo. Las viejas escuelas, los antiguos oficios, el mundo tradicional del vino y del tejido aparecen representados de forma profusa. Completan la amplia muestra una serie de fotografías y maquetas de diferentes épocas de la ciudad, así como las diversas banderas, escudos y monedas que muestran la evolución de un pueblo.
Dentro del noble conjunto monumental del convento de Santo Domingo que acoge el Museo de As Mariñas, también se encuentran el Archivo Histórico y la Biblioteca Municipal. Alrededor de todo ello se articula Centro de Estudios Locales que edita la prestigiosa revista Anuario Brigantino, en cuyas páginas somos acogidos diferentes escritores ferrolanos ante la pertinaz sequía de publicaciones culturales y de estudios locales de una ciudad como Ferrol.
En un momento en que nuestra urbe sigue sin llevar a cabo la puesta en marcha de un Museo de la Ciudad, Ferrol podría mirarse en el espejo ejemplar que representa el Museo de As Mariñas y hacer una seria reflexión sobre el tipo de Museo que necesita una ciudad como la nuestra, prácticamente nacida con la Ilustración pero que tuvo un evidente pasado medieval y que, entre otras, recibió la posterior huella del Modernismo
EL CASO DEL HALLAZGO EN SANTA COMBA
La ausencia de un Museo en Ferrol se ha traducido en casos tan sangrantes como el del presunto expolio que tuvo lugar al inicio de este siglo XXI, durante unas excavaciones llevadas a cabo en la capilla de Santa Comba, parroquia de Covas, en el municipio de Ferrol. Se trata del hallazgo de un disco de material pizarroso con una inscripción que según el parecer de algunos estudiosos presenta el interés de ser la primera vez en que aparece el nombre de Trasancos.
Aunque sigue habiendo dudas acerca de la autenticidad de esta pieza, o, al menos, parece que no se ha contrastado con los adecuados medios científicos, el expolio de la losa se hizo sin el permiso, al menos que se sepa, de ninguna autoridad jurisdiccional; más bien parece que se llevó a cabo ante la más completa ignorancia de los políticos y regidores ferrolanos y la apatía y el desinterés de las asociaciones culturales y defensoras del patrimonio de Ferrol, pareciendo que a nadie le importaba que la urbe no dispusiese de un Museo de la Ciudad, como aún sigue ocurriendo hoy.
A mayor INRI, según el letrero del Museo das Mariñas donde hoy se expone el hallazgo arqueológico, no solo no se indica en forma alguna que fue encontrado en la parroquia de Covas, perteneciente al Concello de Ferrol, sino que simple y llanamente informa que constituye un «depósito del Concello de Narón».
Por la trancripción Juan J. Burgoa
El problema de los museos es siempre el mismo:
Primero hay que encontrar de un inmueble con los requisitos de capacidad, accesibilidad y musealización necesarios y suficientes, en el que debe haber almacenes y talleres para el tratamiento y conservación de los fondos, además de las oficinas para su administración. Después hay que disponer de los fondos necesarios; considero que no será fácil llegar a acuerdos con los depositarios de los hallazgos de interés de origen ferrolano, ya que muchos forman parte de otras exposiciones. Después hay que mantener las instalaciones, pagar los suministros y garantizar un sueldo a los empleados… ¿Cuánto puede costar eso? Pues depende, pero teniendo en cuenta un sueldo de mil euros al mes por empleado cada uno que hubiera sumaría doce mil. La madre del cordero es precisamente esa: Contratar a una empresa que lo gestione suele acabar mal, a no ser que haya una fundación económicamente potente que financie todos esos conceptos y otros que pudieran surgir (adquisición de fondos, muestras temporales, exposiciones itinerantes, conferencias divulgativas, asistencia a congresos…) y todo eso para un total de… ¿Cuántas visitas al año?
Recientemente pasee solo por EXPONAV (dos euros de entrada) y por la SGHN (gratis, con una hucha a la salida en la que había como diez o doce euros de los visitantes). Los museos deben surgir de una necesidad expositiva, porque al final nadie quiere a renunciar a ningún beneficio social, por lo que recomiendo prudencia antes de lanzarse a esta empresa.