Los Constitucionalistas y los «Anti»

Juan Cardona (juan@juancardona.es)
El mayor error cometido por los tres partidos «Constitucionalistas» ha sido no saber defender este estandarte bajo el cual pueden agruparse todo aquel que se sienta español y no se considere ni más ni menos que su vecino. Ellos han dejado que se fuesen sedimentando las viejas etiquetas de Centro Derecha y Extrema Derecha que han derivado en «Las tres derechas», «trifachitos», etc. Estos descalificativos son alentados por «interés de parte» por la mayoría de los medios de comunicación, destacando en este esfuerzo la Sexta, con la dupla Ferreras-Pastor compitiendo con el inmobiliario Wyoming en desacreditar a «Populares» y «Ciudadanos», y esmerándose más con los «Voxistas» a los que tildan constantemente de antieuropeístas, antifeministas y demás lindezas; faena rematada y compilada semanalmente por la pareja Andrea-Iñaki. ¿Qué les habrán hecho unos o prometido otros? Que conste, que a veces las pueriles declaraciones de estos tres partidos le dan pie a los «rojos vivos» a retratarlos como insolidarios ante la causa común que beneficie a todos los españoles, actuando con egoísta prelación anteponiendo sus propios intereses partidistas.

Se puede ser «constitucionalista» liberal, de derechas, de izquierdas y de centro con todas las tonalidades intermedias: la única condición es respetar las Leyes y sobre todas ellas la Constitución en vigor. No hay que comulgar ideológicamente, con todos y cada uno de sus artículos, tan solo hay que utilizar los procedimientos que contiene el propio texto para modificar los principios con los que no se esté de acuerdo o bien mudar los que sea menester. Todas las ideologías tienen cabida en nuestro Estado de Derecho, también las ultranacionalistas, siempre y cuando respeten las Leyes y la Constitución. Igualmente, siempre que mantengan este respeto, las de extrema izquierda y derecha. Tienen peor encaje los «anti», simplemente por su propia condición: «anticapis», «antisistemas» «populistas extremos»

Hay aforismos que toman vida propia cuando se aplican a la política (política con minúsculas): Dos que duermen en el mismo colchón… Es un refrán que debería tener en cuenta nuestro doctor en Economía y Empresa Presidente Sánchez. Siguiendo el criterio economicista de obtener la investidura presidencial con primacía sobre los de cualquier otra índole, le puede inducir a pactar de forma activa o pasiva con partidarios y partidos que quieren volar la Constitución y con ella la unidad de España: Máximo peligro, señor Sánchez. Solo hay que tener en cuenta la última versión de los acuerdos «rupturistas a futuro» que ha firmado en Navarra el PSOE y las versiones navarricas del PNV y Bildu quienes mantienen como objetivo prioritario destruir el antiguo reino de Navarra y diluirlo en el País Vasco (ojo a la disposición transitoria cuarta de nuestra Constitución), con la esperanza «sabinista» de llegar a un nuevo Estado que incluya «Iparraldea» (algo más le va a costar conseguirlo de la República Francesa): Señor Presidente, «sentidiño». Antes de seguir navegando por esos mares rufianes y procelosos tiene tierra firme a la vista, solo necesita un Rodrigo de Triana que lleve el mensaje a partidos que respeten la Constitución, y que sin grandes compromisos le puedan facilitar cuatro años de disfrute pilotando la Moncloa. ¿Hay que recordar la abstención del PSOE en el último gobierno marianista? Última pregunta ¿Es usted constitucionalista, señor Presidente?

 

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Un comentario

  1. Que atinados comentarios. Como siempre Cardona con ese sentido común y equilibrio, que le caracteriza nos aclara el panorama actual de la política en estos momentos tan confusos.
    Gracias