Editorial-Nuestros mayores. Morir en soledad

Las noticias sobre la aparición de personas mayores que vivían solas y que, al cabo de algún tiempo, se ha descubierto que habían fallecido en su propio hogar por razones naturales se están repitiendo con mucha frecuencia. Justamente en la noche de este sábado, día 9, ha aparecido muerta en su piso en Caranza una mujer que el próximo mes de septiembre cumplía 90 años. Llevaba varios días fallecida. A esto añadimos un hombre de 86,que vivía solo en un piso de la calle San Salvador y falleció el día 3 de este mes; se suma una mujer de 79 años que también vivía sola en su piso de la calle Usero y que apareció muerta el día 25 de julio, y así..una lista que día a día sigue engordando. Todos vivían solos, llevaban fallecidos varios días, y tenían «alta edad».

Y curiosamente sin que nadie, en días, los hubiera echado en falta y/o preguntado por su paradero, al no verles realizar las actividades habituales que suelen llevar a cabo con carácter repetitivo quienes ya han cumplido con la sociedad, con su familia, y con sus deberes y optan por un patrón de conducta de pautas que suelen llevarse a cabo día a día con una notable precisión en sus costumbres.
Pero, sin embargo, sorprende que estas noticias se produzcan y, por ello, a la sociedad le debe entristecer que nadie eche en falta a una persona durante largo tiempo y que, de repente, se opte por acceder a su inmueble, porque a alguien se le ocurra hacer esa observación por si le hubiera pasado algo en su propio inmueble. Entristece que existan tantas personas que viven en la más absoluta de las soledades y que nadie pregunte por ellos cada día, ni vecinos, ni familiares ni amigos o conocidos, porque a buen seguro que alguno habrá en este amplio espectro de personas que todos tenemos en nuestro entorno más cercano.

Pues, aunque parezca mentira, existen muchas personas mayores que han aparecido muertas en sus hogares después de mucho tiempo sin saberse nada de ellas, y pudiendo certificar el médico la fecha del fallecimiento mucho tiempo atrás, y sin que nadie se hubiera sorprendido o extrañado, lo que resulta descorazonador saber que existen personas que no tienen absolutamente a nadie cerca de ellos como para echarles en falta en uno o dos días, y que tengamos que esperar días….para poder descubrir que habían fallecido en su propio inmueble por una enfermedad, un infarto, o cualquier razón que puede sobrevenir a personas que ya tienen una elevada edad, y a las que en cualquier momento se les puede aparecer la muerte si no adoptan los debidos cuidados dada su avanzada edad.

Es la crueldad de la sociedad y del entorno de la persona mayor fallecida que nos demuestra la maldad de la vida para muchas personas mayores que han podido fallecer por no poder reclamar una ayuda a nadie en su propio hogar y han fallecido en la absoluta soledad sin que nadie pregunte por ellos.

Lo curioso de un reciente estudio es que se concluyó que el 90% de los ancianos que viven solos expresa un deseo ferviente de mantener su independencia, y muchos de ellos tienen miedo de depender de otros y, a pesar de la soledad, quieren seguir viviendo de esa manera. Es decir, se trata de una soledad buscada de propósito. Pero lo sorprendente es que una cosa es que se pueda y quiera vivir solo y otra cosa es que nadie les eche de menos y pueda pasar mucho tiempo hasta que se descubra que habían fallecido «solos». Porque una cosa es el derecho a la independencia y vivir solo, y otra es que estas personas estén solas también en la calle. Cuidemos, por ello, y vigilemos que nuestros mayores no se sientan nunca solos. Al fin y al cabo, todos estamos aquí gracias a ellos y su esfuerzo.

Una propuesta a Benestar Social, que inicialmente podría ser costosa, sería la de contar con un censo de ciudadanos que viven solos a partir de determinada edad y a partir de ahí pensar en contar con un equipo de personas que los visiten, que los llamen por teléfono, «que los controlen» sin que se aprecien, un servicio que con toda seguridad contaría con voluntarios y que podría ser una rama de Protección Civil. Un servicio que viene desarrollando la Cruz Roja, pero que llega escasamente a la población de mayores, que en Ferrol somos muchos, quizás por falta de contactos, de información, etc….y a veces, es cierto, por recelos.

Y..sin más, y en la confianza de que no continúen apareciendo informaciones de ancianos que fallecen en sus domicilios. Hay que ser más sensibles, hay que saber quienes son los vecinos que tenemos a nuestro lado, hay que…convivir. Y sobre todo..la Administración es claramente responsable de la atención a sus administrados.(?)
Desde Ultramar
Pedro Sanz-Director

Lea también

Editorial-¿Y ahora qué?..¿se cumplirá lo anunciado y prometido?

Acaban de finalizar las elecciones autonómicas de Galicia y la pregunta que debe venir a …

2 comentarios

  1. Pues una prueba más de la creciente incomunicacion personal que hay, en un mundo cada vez más comunicado. Casi todo el mundo cree saber todo y al final resulta que no sabe nada. Esta paradoja es el resultado de creer que por saber al instante lo que pasa en el mundo, no nos enteramos de lo que pasa a unos metros de nosotros. Yo que paseo a mi perro y hablo con muchas personas mayores, he descubierto una inmensa soledad en muchos, y me atrevería decir, que hasta mi visita diaria al parque, es su única charla amigable de cada día. Sin animo de despreciar la ayuda a ONG, empiecen por preocuparse por su entorno más próximo y luego, si sobra algo, dedicarlo al tercer mundo…o como quieran llamalo.

  2. El tema tratado es esencial de una sociedad que se dice democrática y de bienestar. Es dificil comprender desde la sensibilidad política como se lo quitan de encima con medidas estúpidas y simplistas como la tele asistencia, sin tener en cuenta la movilidad, la demencia y el nivel cultural o de renta de los afectados. La concejala de turno o se siente eternamente joven o es una inepta con cierta hipocresia. La vejez tiene muchas aristas y una fundamental es la soledad, desde el principio politico del bien general esta de dotar de medios físicos y por supuesto el más fundamental el acompañamiento personal
    En su día el que aquí suscribe fui candidato a las municipales y este tema lo traté y llevé en campaña, no hay más que una sola solución, son multiples y desde el Concello la creación de una cocina municipal es fundamental, con ello se le da servicio a la gente con movilidad y se le lleva a aquellos que viven solos y así se consiguen multiples beneficios, aparte de crear puestos de trabajo, creamos un censo de personas solas y controlamos dia a día su existencia