Las vacaciones de sus señorías

Juan Cardona-( juan@juancardona.es )

Transcurre un letargo parlamentario propio de nuestro sistema político que tiene que ver directamente con la actividad de unas Cortes que cuentan con un calendario de actividad más generoso que el escolar. Hay que recordar que sus señorías cuentan con tres meses en blanco en los periodos ordinarios de sesiones: enero, julio y agosto. (No está nada mal). Todo esto se cumple en una legislatura sin sobresaltos; ya que, ante la disolución de las Cortes, como ocurrió este año 2019, se añaden casi dos meses como “cesantes” con lo que el tiempo de trabajo se redujo aún más.

¿Qué han hecho los señores diputados en estos ocho meses de trabajo? La respuesta es fácil. Han aprobado, más bien han votado:
         3 Leyes Orgánicas, que realmente son dos modificaciones puntuales al Código Penal y la otra una reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana.
        5 Leyes ordinarias (Secretos Empresariales, modificación de la Ley de Propiedad intelectual, mejora de orfandad por violencia de género, Mejora en docencia y Regulación de los contratos de crédito inmobiliario)
       10 Reales Decretos – Leyes: Incluyendo los de “medidas urgentes” con tintes electorales, Régimen Especial de las Islas Baleares y medidas por la retirada Británica de la Unión Europea.
       Ningún Real Decreto Legislativo.

Para tan escaso bagaje podían haber encargado el trabajo a una consultora e irse todos ellos de vacaciones perpetuas.

¿Qué ha sucedido con el Gobierno en este mismo periodo, además de preparar los «Reales Decretos electoralistas»? En el mes de marzo pasa a ser «gobierno en funciones» y continua a la fecha de hoy en la misma situación. Situación que se puede prolongar fácilmente hasta finales de septiembre siempre y cuando Sánchez sea confirmado como presidente o lo que es peor que en esa fecha el Rey disuelva nuevamente las Cortes y se convoquen nuevas elecciones con lo que nos plantamos en 2020 en «plena actividad»: Algo falla en nuestro sistema electoral que permite estas situaciones.

Nuestro presidente, el doctor en Economía y Empresa señor Sánchez, se ha dedicado, suplantando en ocasiones la figura del Rey, a tener reuniones en La Moncloa con diversos grupos políticos para conseguir los apoyos necesarios para su investidura. Reconoció públicamente que su socio preferente era Unidas Podemos, aunque reclamó simultáneamente la abstención del PP y/o Ciudadanos. La respuesta de Iglesias fue rápida: Exigiendo una «vicepresidencia social» y los ministerios de Hacienda, Trabajo y Comunicación, con esta propuesta el líder de Podemos se conformaba. Sánchez meditó unos segundos y tuvo una visión: ¿Cómo sería un consejo de ministros con Pablo Iglesias? La imagen se le atragantó y públicamente repudió al líder de Unidas, dando a entender que no puede consentir un gobierno dentro del gobierno. Las propuestas y contrapropuestas se sucedieron con gobiernos de coalición o gobiernos de cooperación. Por medio, gobierno a la portuguesa, acuerdos programáticos o apoyos sin ministros, pero con áreas de influencia y otras lindezas. En un cambio de cromos interminable la ministra del «No, bonita no» y la flor cambiante Carmen Calvo le ofrece en el último minuto del debate de investidura, sin tenerlo hablado con anterioridad y con fecha de caducidad: una Vicepresidencia de Asuntos Sociales (suponemos para Irene Montero) y tres ministerios: Vivienda (se supone por su experiencia en conseguir a buen precio el modesto chalé de Galapagar) y Economía Social; Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo; e Igualdad (Por el brillante cambio de sigla de Unidos a Unidas que arregla todo). Incomprensiblemente Iglesias, que había aceptado el excluirse, no acepta la propuesta (hay quien apunta su escasa cintura política), y… ¡Vuelta a empezar! Todas sus señorías de vacaciones después de tan terrible esfuerzo. Hasta finales de septiembre aún hay tiempo.

Nueva propuesta post veraniega de Unidas, rechazada ipso facto, de más de 120 páginas y cuatro escenarios distintos, pero en todos se propone una vicepresidencia y tres ministerios para Podemos: similares a las últimas planteadas antes del verano con la diferencia de que ahora no tenemos ni tan siquiera Candidato a la Presidencia de Gobierno. Esperemos que Doñana le haya abierto las entendederas al presidente en funciones y adopte la mejor decisión para el bienestar de todos los españoles.

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Un comentario

  1. Muy acertado y muy bien documentado.
    Así nos va. España a la deriva ,sin Patron ni Timonel .Y la tripulación esperando la tormenta que se avecina ,sin poder hacer
    nada.Si hubiésemos tenido en las últimas elecciones ,más Juanes Cardona ,otro gallo nos cantaría.