Un buen palo para la Armada

Vicente J.Bernal Tortosa

La estructura metálica, un mástil que se erige una veintena de metros sobre el nivel del hormigón de la plaza de Armas de la Escuela de Especialidades «Antonio de Escaño», ha sido, es y será a buen seguro protagonista de infinidad de sucesos históricos.
No es casualidad que este palo, a la altura de una escuela militar vanguardista, presida la austera explanada en la cual miles de marinos desfilan, rinden honores y se forman a diario.Testigo infatigable del izado y arriado cotidiano de la enseña nacional en la Escuela, perteneció al destructor «Blas de Lezo» (D-65), de la clase “Churruca” y comúnmente conocidos como “los ciegos de la once”, en clara alusión, tanto a su pertenencia a la 11 escuadrilla de escoltas como a la dificultad de sus equipos en el ocaso de su vida útil, para la detección de amenazas enemigas.

Sirvió en la Marina de guerra Española desde 1973 hasta 1991, años durante los cuales participó activamente en ejercicios nacionales e internacionales, destacando su acciones en la evacuación española del Sáhara en 1975; así como su activa participación en el control de las aguas del Estrecho de Gibraltar, durante la operación “Tormenta del desierto” llevada a cabo por EE.UU. durante el año 1991.
Anteriormente este buque encuadrado dentro de la clase D-60(Gearing FRAM), sirvió bajo la bandera estadounidense con el nombre de «USS Noa» (DD-841).Durante su servicio e inmerso en plena carrera de su país por la conquista del espacio y la llegada a la luna, tuvo la misión histórica de recoger al Coronel Jhon Glenn a bordo de la cápsula Frienship 7, primera nave pilotada en situarse en órbita terrestre.

Hace unas semanas, el 17 de octubre, fue fiel testigo del 25 aniversario de la ESEPA engrosando un hecho histórico más a su ya dilatada carrera.

Sin lugar a dudas fue y está siendo un buen palo para la Armada Española, portador entre los hierros y la pintura de su estructura metálica de un mar de historias, impregnadas por el salitre y los buenos vientos que lo sustentan.