Sin conachadas

Carlos J.García

No hay duda que de esta terrible crisis del COVID-19 vamos a salir, otra cosa es el ritmo de la recuperación social, económica, y, sobre todo el “cómo” vamos a hacerlo. Las crisis, dentro del dolor que generan tanto sentimental como económico, refuerzan a la sociedad y al individuo y la que estamos pasando, no va a ser menos. Saldremos más fuertes, con más experiencia y más conocimiento, así como con diferentes prioridades y escalas de valores, tanto individuales como grupales. Eso sí, habremos cambiado alguno de nuestros hábitos, relaciones sociales y de trabajo. El teletrabajo será más habitual, viviremos una diferente interrelación familiar y social, seguramente seremos más espirituales y más cambios; en una palabra, vamos a ser distintos y tendremos que descubrir nuestro nuevo mundo y nuestro nuevo entorno.

En mi anterior artículo me refería a que si los líderes, no solo los políticos, serían capaces de gestionar esta crisis y estarían a la altura de las circunstancias. El tiempo nos ayudará a juzgarlos y, en función de nuestras experiencias, emitiremos sentencia una vez aplicados los atenuantes o agravantes de nuestra experiencia. Valoraremos si han capitaneado de manera eficaz esta singladura pandémica que nos ha tocado vivir, y si nos guiarán en el duro futuro, especialmente en el orden económico porque
apunta a que será un recorrido duro.

Centrándonos en lo cercana, en nuestro Ferrol; los ciudadanos hemos de pedir a los que gobiernan una mayor ración de liderazgo y amplias miras. Como Vds. saben nuestra Ciudad, si no me equivoco, llevaba 5 años sin presupuestos municipales (solamente se aprobaron en 2018 con el voto de calidad del alcalde) y prácticamente la política ciudadana de Ferrol vive de prórrogas presupuestarias, de aquel último gobierno del PP y en tales circunstancias es imposible que una ciudad progrese. No conozco otro caso igual y lo peor es que los ferrolanos parece que hemos hecho de tal
anormalidad, una normalidad. A todo se acostumbra uno, que dice el refrán (cierto, menos a comer).

La secuencia de acontecimientos políticos de estos cinco últimos años han llevado a Ferrol a estar como está, la conocen Vds. Los desencuentros, egoísmos y personalismos, han sido el pan de cada día (dato objetivo). Y cuando algo sale mal, (y estamos mal) mejor es cambiar de estrategia; y no me refiero al color político, me da igual. Importan las capacidades.

Otro dato objetivo es que Ferrol cuenta (históricamente ha sido así), con personas muy capaces, con buena formación y gran experiencia. Y los sigue teniendo y seguro que con ganas de colaborar. Creo que es momento de pensar y trabajar, olvidando ciertos tics y postulados que solo han traído a nuestra Ciudad más vacío y menos optimismo. El futuro que se nos presenta es aún más incierto y solo el trabajo, la inteligencia, la magnanimidad, la solidaridad, y el espíritu ganador nos van a ayudar a
salir y ser ciudad nuevamente.

La pelota está en el tejado de aquellos que han decidido capitanear la Ciudad de Ferrol y de quienes tiene responsabilidades provinciales y autonómicas o estatales, pero sobre todo, repito, los locales, los de Ferrol.

Mimbres ciudadanos hay; espero que la voluntad también la haya y los que quieren ser líderes, estén a la altura. Es su oportunidad y responsabilidad, no vayamos a hacer, de nuevo, el conacho.

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