Ferrol, ciudad de la Corona (2)

FERROL, CAPITAL DEL DEPARTAMENTO MARÍTIMO DEL NORTE

Entrado el siglo XVIII con la dinastía borbónica en el trono de España, el rey Felipe V tuvo como uno de sus principales objetivos la creación de una potente y equilibrada marina militar para proteger los variados intereses y territorios de la Corona, incluyendo sus colonias ultramarinas.

Para ello el 21 de Febrero de 1714 una Real Cédula creaba la Real Armada, una única marina real sustituyendo las diferentes Armadas existentes con la dinastía de los Austrias. José Patiño y Rosales en mayo de 1726 fue nombrado Secretario de Estado de Marina e Indias, siendo sus ejes de actuación el fortalecimiento de la Armada y el incremento de la construcción de buques de guerra.

Por Real Orden de 29 de Agosto de ese año se creaban los Departamentos Marítimos de Ferrol, Cartagena e Cádiz. De esta forma se transformó al puerto de Ferrol en una importante base naval como capital del Departamento Marítimo del Norte, abarcando la amplia zona marítima comprendida entre los ríos Miño y Bidasoa, y en el mayor centro de construcción de buques de la Real Armada, con un notable crecimiento urbanístico que hizo de la ciudad de Ferrol la más poblada de Galicia en el último tercio del siglo XVIII.

José Patiño. Museo Naval de Madrid

Con un intervalo de veinticuatro años se promulgaron dos Reales Órdenes que enmarcan el proceso de formación de Ferrol de la Ilustración en lo que se refiere a la creación de las infraestructuras necesarias dentro de la ría de Ferrol para la proyección naval del recién creado Departamento Marítimo del Norte: la primera de fecha 5 de Diciembre de 1726, creando un primer astillero y arsenal en la villa de la Graña y la segunda del 14 de Enero de 1750, aprobando la construcción del nuevo astillero y arsenal de Ferrol.

EL ARSENAL Y ASTILLERO DE LA GRAÑA

Por una Real Orden de fecha 5 de Diciembre de 1726, se creaba un pequeño astillero con una única grada de construcción en la reducida ensenada de la Graña ocupando un terreno que cedió gratuitamente a la Corona su propietario Alfonso Fernández de Suanzes en la protegida zona de la Casería, que añadía a sus buenas condiciones de seguro fondeadero y ventajoso abrigo en todo tiempo la abundancia de canteras y madera en sus proximidades

A pesar de proseguir las obras según los planos de Francisco Montaigú y la dirección del intendente Bernardino Freire, con la construcción de un discreto arsenal de apoyo mientras se botaban al agua los navíos Galicia y León, la fragata Ermione y otros buques auxiliares, el poco espacio disponible para las instalaciones navales, la excesiva profundidad de las aguas y la imposibilidad de construir una ciudad adecuada a las necesidades de la base naval sobre los terrenos montuosos que la rodeaban, hicieron que entrada la década de 1730 prácticamente se paralizase el proyecto, construyéndose solamente algunos almacenes y la teneduría.

Base y Arsenal de la Graña (Año 1731)

El nombramiento de Zenón de Somadevilla, futuro marqués de la Ensenada, como comisario del arsenal de Ferrol desde octubre de 1730 hasta entrado el año 1733, aceleró la búsqueda de un lugar más amplio y adecuado dentro de la ría ferrolana para llevar a cabo los ambiciosos planes reales de construir un astillero y un arsenal de mayor porte para la armada real. Se encontró el lugar apropiado en el monte de Esteiro, en la ribera de la ensenada de Caranza, desembocadura del río del Tronco, prácticamente a la distancia de un kilómetro de la villa de Ferrol, encontrándose en el medio las aldeas y lugares de Recimil, Esteiro y San Amaro.

INCORPORACIÓN DE FERROL A LA CORONA

Estas circunstancias aceleraron la decisión de incorporar a Ferrol a la Corona, dado que un proyecto de la entidad del arsenal y astillero de Ferrol precisaba una unidad de gestión y dirección, evitando el trato con unas autoridades delegadas de la jurisdicción señorial (en este caso la Casa de Lemos), centradas en los problemas locales y poco proclives a una franca colaboración con la Corona.

Desde el año 1730 el Comandante General de Ferrol, Francisco Cornejo, en sucesivos informes elevados al Secretario de Marina, José Patiño, insistió en la necesidad de considerar a Ferrol villa de realengo, dado que su pertenencia señorial a la Casa de Lemos le impedía atender la creciente llegada de los navíos de la Escuadra Real y del personal que venía destinado, así como ejecutar las Reales Obras del nuevo Arsenal de Esteiro y de la nueva ciudad.

De esta forma se inició un expediente para incorporar las villas de Ferrol y la Graña a la Corona, que de esa forma dejaron de tener dependencia señorial. El 21 de Septiembre de 1733, el rey Felipe V firmó en San Ildefonso-La Granja un Real Decreto, conservado en el Archivo General de Simancas, ordenando la incorporación a la Corona de ambas villas, mediante el pago de una indemnización de 33.000 reales de vellón al Conde de Lemos.

Portada del Expediente (Archivo General de Simancas)
Incorporación de las villas de Ferrol y la Graña

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