Proyecto para la mejora de la gestión del ciclo integral del agua, en Galicia

Se busca el garantizar una gestión profesional y de calidad

El Consello de la Xunta aprobó el proyecto de Ley de mejora de la gestión del ciclo integral del agua con el objetivo de mejorar la prestación de los servicios públicos relacionados con el ciclo integral del agua y poner a la disposición de los ayuntamientos un sistema voluntario que garantice una gestión profesional y de calidad.

El Gobierno gallego impulsa esta ley transformadora, con voluntad de ofrecer soluciones y de mejorar la calidad de las aguas, por responsabilidad social, ambiental y económica, procurando, además, dar respuesta a la demanda persistente de ayuda por parte de los municipios para el ejercicio de las responsabilidades sobre la gestión del agua. Se crea así un marco normativo al que podrán adherirse de modo voluntario los municipios que así lo soliciten para alcanzar una mejor gestión de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento y unos servicios de calidad en todos los ayuntamientos de Galicia, buscando un uso racional de los recursos hídricos, el ahorro de agua y la optimización del funcionamiento de las redes de saneamiento, con el fin de mejorar la depuración de las aguas residuales y prevenir la contaminación.

Ayudar a las entidades locales

 A través de esta ley, se ofrece un modelo de adhesión voluntaria para los ayuntamientos que tengan dificultades para alcanzar por sí mismos estas mejoras en la gestión, regulándose el apoyo a las administraciones locales en sus competencias de abastecimiento, saneamiento y la depuración de las aguas.

La Xunta considera necesario avanzar en este nuevo modelo para ayudar a las entidades locales que así lo soliciten ante las dificultades contrastadas, técnicas y económicas, que tienen muchos municipios para prestar adecuadamente y con eficacia estos servicios municipales, que inciden en la calidad de las aguas, en el medio natural, en la salud de las personas y en actividades económicas como la pesca, el marisqueo, la acuicultura o el turismo.

Un salto cualitativo

La Comunidad gallega experimentó un salto cualitativo en la extensión territorial de los servicios de abastecimiento, saneamiento y depuración, a lo que contribuyó, en gran medida, la movilización por parte de la Xunta de más de 1.100 millones de euros desde 2009 en la ejecución de obras e infraestructuras hidráulicas en apoyo a los municipios en el ejercicio de sus competencias. Estas intervenciones e inversiones incidieron en la mejora de los indicadores de la calidad de las aguas y en el nivel de cumplimiento de las normativas comunitarias en la materia pero es preciso también una buena gestión y mantenimiento de esas infraestructuras, que permita prestar los servicios con calidad y eficacia. Gestión profesionalizada y economías de escala.

Ahora, el nuevo marco regulatorio que impulsa la Xunta busca dar un paso más en el camino de la correcta gestión del ciclo integral del agua apostando por la integración de servicios y por la gestión profesionalizada y especializada de las infraestructuras y servicios asociados, partiendo del conocimiento minucioso de los sistemas y de la ordenación completa de sus instalaciones. Además, se apostará por la gestión agrupada de las infraestructuras y la aplicación de economías de escala, que implica menores costes derivados de la optimización de materiales, equipos y personal, permitiendo ahorros del 10%.

Regular y ampliar el apoyo a los ayuntamientos

A día de hoy, en Galicia conviven distintos modelos de gestión del agua, desde la gestión municipal de los propios sistemas; consorcios, mancomunidades y sociedades supramunicipales; y depuradoras que son gestionadas directamente por Augas de Galicia, como ayuda a los ayuntamientos en sus competencias municipales, 28 en la actualidad. El nuevo modelo regula el apoyo de la Xunta a los ayuntamientos, dándole la oportunidad a todos aquellos que así lo soliciten, de forma voluntaria, de encomendar la gestión de sus servicios a la Xunta.

Además de ampliar y reforzar ese apoyo a todas las entidades locales que así lo quieran, la ley ofrece la posibilidad de extender ese apoyo para gestionar las depuradoras, pero también los colectores, algo que hasta ahora no era posible, y los sistemas de abastecimiento “en alta”.

Igualdad de trato

La nueva norma implica, por lo tanto, igualdad de trato a todos los municipios, con un modelo único y precios homogéneos y justos en el conjunto de la Comunidad. En este sentido, la ley está en línea con el Pacto Local del agua firmado con la FEGAMP, con la participación activa de los Ayuntamientos y de las diputaciones provinciales, para el impulso de un instrumento público e integral de todo el ciclo del agua, con solvencia técnica, tarifas igualitarias y homogéneas en todo el territorio y con posibilidades de vías de financiación para la realización de inversiones basadas en criterios técnicos.

Apoyo económico de la Xunta para la financiación de las actuaciones necesarias

En aquellos ayuntamientos que soliciten que la Xunta asuma la gestión de uno de sus sistemas del ciclo del agua, la administración autonómica realizará una auditoría completa del sistema con el fin de conocer a fondo su funcionamiento. En caso de que se estime necesario ejecutar determinadas obras, la Xunta financiará un tercio del coste de las actuaciones necesarias. Con carácter general, los ayuntamientos, como titulares de las infraestructuras, deberán aportar el otro tercio de las inversiones necesarias. En aras de facilitar los acuerdos y ofrecer una mayor flexibilidad, se deja abierta la fórmula para el resto de la financiación, siendo los ayuntamientos los encargados de buscar ese otro tercio restante en el momento de la firma de los acuerdos. De este modo, los ayuntamientos podrán decidir se ellos mismos financian ese otro tercio de la actuación o se alcanzan el apoyo de otras administraciones, como las diputaciones provinciales o las confederaciones hidrográficas estatales, como la del Miño-Sil.

Actuaciones en las redes y directrices elaboradas por Augas de Galicia

Se priorizarán las actuaciones en las redes con el fin de limitar las infiltraciones de aguas blancas y los vertidos contaminantes, así como la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones, con el fin de aumentar la eficiencia de los sistemas. Se trata de reducir las fugas de las redes de abastecimiento municipal, que en ocasiones superan el 40%, y de evitar las infiltraciones de aguas de lluvia, de mar o de los ríos, que suponen ineficiencias en los sistemas de saneamiento y depuración, causando gran parte de los 263 vertidos que aún soportan las rías gallegas. Además, de cara a facilitar el ejercicio de las competencias municipales en materia de aguas, la Xunta pondrá a la disposición de todos los ayuntamientos directrices técnicas que les ayuden en estas tareas.

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