Los que insultaron a Vinicius no son unos monos

Pedro Sande García

En el podio de los animales más inteligentes, el cajón más alto lo ocupan los seres humanos, el segundo lugar está reservado para los chimpancés. En dicho podio no hay lugar para los individuos que llamaron mono al futbolista del Real Madrid Vinicius, no utilizo el apelativo de junior ya que no conozco a ningún Vinicius sénior.

No hay duda de que los aludidos insultadores, ni seres humanos ni chimpancés, ocupan el último lugar en la clasificación de seres vivos en cuanto a su nivel de inteligencia, el mismo que las medusas, seres que carecen de cerebro. Si fueran llevados ante un juez, la característica de carecer de cerebro es posible que se considerase un atenuante. En ese caso se confirmaría que son unas medusas y por lo tanto deberían irse a vivir con sus congéneres, al fondo del mar. Lástima que este razonamiento no sea aceptado para enviar a su hábitat a este nuevo grupo de Cnidarios, y no nos queda otro remedio que convivir con ellos.

Los Cnidarios, especie a la que pertenecen las medusas, tienen como principal característica la presencia de cnidocitos, células urticantes que se encuentran en
sus tentáculos y producen una reacción urticante que en algunas ocasiones puede llegar a ser mortal. Con el grupo al que me refiero en esta crónica, las medusas terrestres de dos patas, debemos estar muy alerta ante su presencia, y ser inflexibles con su comportamiento impidiéndoles el uso de sus cnidocitos, que en este caso serían las células encargadas de producir el desprecio por el ser humano.

La historia nos enseña que este desprecio por los seres humanos comienza con insultos, luego vienen las palizas y continúa con el exterminio o el internamiento en campos de concentración. Esta vez le ha tocado a un negro, en otras ocasiones el desprecio es hacia los moros, los maricas, los sudacas… y a los que no piensan o no son como ellos. Me tienen que perdonar por el uso de estas palabras que el propio ser humano ha convertido en términos ofensivos, lo he hecho de forma consciente ya que es una manera más rotunda de expresar la rabia que me producen esas peligrosas medusas.

Durante varios años practique una actividad que me entusiasmaba, el buceo. Disfrute de la contemplación y la tranquilidad de los fondos marinos. Pude observar multitud de seres increíbles, desde tiburones a peces payaso, desde corales a praderas de posidonia y por supuesto multitud de increíbles Cnidarios. En el caso de las medusas son seres llenos de colorido y que ejecutan majestuosos movimientos. Si alguna se deciden a practicar esta actividad no se dejen engañar por la hipnotizante danza y los llamativos colores de las medusas, obsérvenlas pero manténganse alejado de ellas, como ya he comentado pueden ser muy peligrosas. Es por esta razón por la que en el caso de los seres humanos descerebrados, a los que estoy dedicando este artículo, debemos mantenerlos alejados y controlados, impidiendo la reproducción de sus ideas.

Por favor que nadie piense que estoy proponiendo una castración, ni física ni química, de las medusas marinas o de las terrestres. Eso ya se hizo en el pasado y los herederos de aquellos genocidas lo volverán a hacer si se lo permitimos, y lo harán con medios menos sutiles que la castración, como en su caso fue la aniquilación de millones de seres humanos.

Es posible que algunos de ustedes piensen que soy un exagerado al comparar los gritos racistas de unos cuantos energúmenos con el asesinato de millones de
personas, eso mismo pensaron muchos en el año 1933 y miren lo que ocurrió. Estamos en el año 2022 y millones de personas de raza negra, latinoamericanos, LGTBI, árabes…siguen siendo denigrados, ofendidos y en muchos casos apaleados. No podemos consentir que las medusas campen a sus anchas por nuestros territorios, debemos protegernos no sólo con leyes y actuaciones policiales, como sociedad estamos obligados a aislarlos y repudiarlos.

Al igual que las medusas marinas se mueven arrastradas por las corrientes de los océanos, las medusas de dos patas se mueven seducidas por masas exaltadas por fanáticos descerebrados. Tenemos que estar alerta, la historia no se puede repetir.

Cuídense mucho.

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