Sentimentalismo

Julia M.ª Dopico Vale

Es sentimental aquello que es propenso a los sentimientos tiernos o amorosos, lo relativo a la indulgencia respecto a las emociones y lo que pone en énfasis la bondad y la sensibilidad de la humanidad. En esta línea de pensamiento y como un movimiento filosófico, artístico, literario y espiritual surge en la década de los 80 del S. XX de mano del poeta, ensayista y novelista lucense de reconocida trayectoria, Jesús Manuel Valcárcel, el “ Grupo Cultural Sentimentalismo»  como un “movimiento de vanguardia artística y literaria” y como una alternativa cultural que pretende “romper tradiciones caducas, obsoletas e intoxicadas,
abriendo la puerta a un nuevo acceso al conocimiento, a la cultura, al avance hacia una nueva Humanidad y hacia una Nueva Era”.

El movimiento SENT, catalogado como “el movimiento más importante en la historia de la cultura gallega”, heredero en cierto modo del hedonismo
filosófico de Cirenaicos y Epicúreos, en el que el placer se entiende como la realización del bien en consonancia con la naturaleza, defiende democráticamente el respeto y la libertad y considera “la obra vital como arte y camino de liberación y trascendencia”, como apunta en su Manifiesto.

Son varias las obras que aparecen para trasladar al público la intención espiritual del movimiento: Las tres Obras Fundacionales o el mencionado Manifiesto Sentimentalista, complementado por Rebelde Estilo Nuevo y Claves de Rebelde Estilo Nuevo, junto a otras numerosas publicaciones e iniciativas de “discurso propio, exclusivo, diferente y diferenciado”.

Una “carta a los poetas libres” me aproxima a este movimiento sentimentalista y a sus fórmulas que invitan a reivindicar desde estas líneas ferrolterranas el necesario sentimentalismo musical, tan universal como transgredido, tan emocionante y emocional, tan esencial como el lado más espiritual de la humanidad.