El TSXG aumenta a tres años la suspensión a un profesor que agarró del cuello a un alumno en Ortigueira

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha condenado a un profesor que agarró del cuello a un alumno en Ortigueira  a tres años y un día de suspensión de funciones, así como la exclusión por igual tiempo de las listas existentes en la Consellería de Educación para la cobertura temporal, en calidad de interino o sustituto, de los puestos docentes.

Este fallo judicial revoca la sentencia del 30 de diciembre de 2021 del Juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Santiago de Compostela que imponía diez meses de suspensión. Esta resolución judicial tenía estimaba el recurso que había presentado el profesor ante la Dirección Xeral de Centros e Recursos Humanos de la Consellería de Educación contra la decisión de este departamento autonómico.

La Xunta decidió suspenderlo tres años y un día por la comisión de una infracción muy grave, prevista en el artículo 185.2.a de la Ley 2/2015, la cual se confirma ahora por la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Según recoge el fallo judicial, el 2 de noviembre de 2017 el profesor, funcionario interino que desempeñaba un puesto de especialidad de tecnología en el IES de Ortigueira «agredió» a un alumno, de 14 años, «agarrándolo por el cuello con la fuerza suficiente para dejar marcas visibles en él, al tiempo que le gritaba en presencia de testigos». Fue precisa la presencia del director del centro para que el profesor cesara en su acción, que ocurrió en el recinto escolar, delante de los despachos de la dirección y en jornada escolar.

El alumno fue trasladado, junto con el profesor, por la jefa de estudios del centro para hablar con el director. Previamente, el 30 de octubre, el profesor había comunicado a la jefa de estudios la existencia de burlas e insultos «reiterados» hacia su persona por parte de alumnado del centro, ante lo que la dirección del centro abrió una investigación y vigilancia en los cambios de clase y recreos.

INSULTOS Y AGRESIÓN

El 2 de noviembre, cuando estaba en ejercicio de sus funciones, el profesor «escuchó en el patio del centro insultos y burlas dirigidos a su persona durante el primer recreo» y le llamaron «Bárbara», momento en que el inculpado hizo responsable de ello al alumno agredido, puesto que fue el único que identificó y le puso un parte de conducta, al tiempo que requirió la presencia del jefe de estudios.

En la sentencia, se recoge que, durante el recorrido, el alumno «iba protestando» mientras la jefa de estudios le ordenaba que «se callara» y, llegados al espacio situado a la entrada de los despachos de la dirección y frente a la entrada la sala del profesorado, la jefa de estudios dejó un momento al profesor y alumno para reclamar la presencia del director, que se «hallaba sentado frente a un ordenador próximo a la puerta, instante en que hubo un corto intercambio de palabras entre alumno y profesor, cuyo contenido no ha llegado a determinarse, tras lo cual el profesor, súbitamente y sin mediar gesto alguno de amenaza por parte del alumno, le agarró por el cuello con la fuerza suficiente para dejar marcas visibles, al tiempo que le gritaba en presencia de testigos».

Fue necesaria la intervención del director, «persona de considerable altura y corpulencia», quien tuvo que recurrir a la fuerza física para que el profesor sancionado cesase en su acción. Tras ser separados, el alumno, en «evidente estado de nerviosismo», profirió un insulto al profesor y salió corriendo del lugar, mientras que también en ese mismo estado, el profesor salió dando una patada a la puerta. Las marcas del alumno desaparecieron de manera natural sin necesitar asistencia médica.

Con posterioridad, hubo un acto de conciliación en el centro docente el día 10 de noviembre de 2017. En ese acto, el alumno pidió disculpas y reconoció que insultó al profesor en otras ocasiones en los corredores del centro y que se iba riendo el 2 de noviembre, cuando acompañaba al sancionado y a la jefa de estudios hacia los despachos de dirección. Por su parte, el profesor pidió disculpas al alumno y a su madre por su acción.

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