Tipos de acoso

Pedro SánzPedro E. Sanz Sánchez

Hoy la palabra “escrache” está al orden del día. La utilizan los “modernos” o “progres” usando un vocablo que no figura en el diccionario de la Legua Española de la Real Academia .

Si figura en el diccionario la palabra “escrachar” que significa “romper, destruir, aplastar”.

Bien aplicado, y siendo menos progre, aunque no carca, y utilizando el vocablo “acoso” estoy muy de acuerdo en que los que realizan esos actos pretenden romper, destruir, aplastar.

Lo del “escrache” viene a España como palabra argentinizada. Nació en su uso político en 1995 en Argentina, utilizada por la agrupación de derechos humanos HIJOS para denunciar a los genocidas del proceso liberados por el indulto concedido por Carlos Menem. Es decir se utilizó contra indeseables que utilizando el poder fueron actores, responsables, de desapariciones, asesinatos, y un largo etc. de ciudadanos. Todas las dictaduras, sobre todo en sus comienzos, son terribles y a veces utilizadas para deshacerse de personas incómodas por sus ideas políticas, religiosas, etc. Incluso por desavenencias entre familias.

Pero de eso a lo que algunos utilizan en esta España nuestra hay claras diferencias.

Aquí las víctimas,claramente, están en un lado y son atacadas por sus ideas tratando de obligarlas a que varíen su forma de pensar o el seguimiento de lo que señala su partido y “se rindan” ante el acoso que les hacen por las calles, ante su domicilio familiar, en sus lugares de trabajo, ante la sede de sus partidos, incluso en los aeropuertos.

Recogí de las declaraciones de una determinada líder política de la izquierda aquello de “lo que no se logra por las buenas se logra por las malas en la calle, vamos a tomar la calle”.

Y así lo hacen. Algunos que no pudieron alcanzar el poder en las urnas tratan ahora de apoyarse en los que sufren la presión de bancos y entidades tanto por desahucios como por preferentes. Una verdadera vergüenza. Y una pena que esos verdaderos sufridores hayan caído en manos de auténticos agitadores que solamente tratan de ganar en rio revuelto.

Pero los acosos no solamente se utilizan en los temas de desahucios y preferentes, ahora ya empiezan a proliferar en todos los campos,.

Y voy a referirme a dos en concreto.

Anunciada la visita de la ministra de Fomento, Ana Pastor y del Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a la zona norte para asistir a los actos del centenario del ferrocarril Betanzos-Ferrol “algunos” , que todos conocemos, acuerdan convocar una concentración ante la estación del ferrocarril para ,eso lo sabemos todos, boicotear el acto. Un acoso anunciado que supuso el que las primeras autoridades no estuviesen en Ferrol. Es decir, que en lugar de solicitar una entrevista con la ministra, una mujer accesible (recordemos su anterior visita y como recibió a dos miembros de la plataforma contra el trazado sur del ferrocarril al puerto exterior) prefieren “salir en la foto” para que “los ferrolanos vean como defienden sus intereses”. ¿Pero los intereses de la ciudad se defienden boicoteando un acto público? Los representantes de Amigos del ferrocarril, y alcaldes de Ferrol y Betanzos en sus discursos pidieron todo lo que tenían que pedir en defensa de la continuidad de unas líneas como las de FEVE y RENFE. ¡Pena que la ministra en persona no las pudiese escuchar y dar una solución, aunque solamente fuera inicial! Pero…se prefirió la foto y un titular de prensa.

El otro acoso es el que han recibido dos trabajadores de una empresa naronesa contratada por el Concello y que se ven en la calle. Dos trabajadores que fueron felicitados por su trabajo de vigilancia interior de la casa del Concello y que ahora se van a la calle alegando ahorros en la economía municipal.

El alcalde su grupo de Terra Galega, y los otros tres partidos que lo acompañan en el gobierno municipal (PSOE, BNG, CG) deciden no renovar el contrato y mientras defienden “en los periódicos y con fotografías” a los trabajadores de otras empresas a estas dos personas se las lanza al paro. ¡Increible! ¿Ahorro? Pero si no hace mucho acaban de conceder una dedicación exclusiva a una edil, por ejemplo. O el saco sin fondo del pazo de la cultura.

Eso es acoso, pero un acoso institucional, que es todavía peor. Bueno, en Narón están acostumbrados a eso y sino que se lo pregunten a alguna asociación vecinal que “por no entrar por el aro y no tragar” sufre un redoblado acoso.

De Narón tendremos mucho que hablar.

 

 

 

 

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