Opinión tripartita: Fuera

manuel galdo-fotoManuel Galdo Aguirre.

Tres generaciones, tres opiniones, tres planteamientos, no por distintos desacertados, plasmadas en otros tantos artículos escritos hace años que, salvo algunas citas puntuales, no dejan de estar de actualidad. Es por ello por lo que en la primera entrega ofrecí a los lectores el trabajo-opinión “del abuelo”, de mi padre Manuel Galdo Ares, artículo recuperado de la revista BAZAN de Agosto-Septiembre-Octubre de 1959; la pasada semana  traje a la luz mi artículo bajo el título «Mentalidad asalariada» y en esta tercera entrega publico un artículo (junio 2002) de mi hija Cristina Galdo Leal. Tres opiniones de familia en las que se recoge la inquietud por nuestro Ferrol.

Cristina Galdo Leal-FUERA

Hace cincuenta años mi abuelo hablaba de superación. De que la fuerza del trabajo podía lograr una industria que no se quedase atrás en la carrera del progreso aún careciendo de los entonces modernos instrumentos de trabajo. Hoy, aquella ciudad para la que él veía un futuro esperanzador, continúa anclada en las viejas costumbres sociales, añorando un pasado de esplendor que, en el fondo, todos asumen que nunca volverá.

Conste antes de continuar que escribo lo que leen desde seiscientos kilómetros más allá del semáforo de Fene, con lo que se puede pensar que pertenezco a esa clase de ferrolanos que ponen tierra por medio y reniegan para siempre de su origen, y quizá sea así. También dirán que juzgo desde fuera, y tampoco lo voy a negar, pero he nacido y he vivido aquí, y me he tenido que ir (o he querido hacerlo). Ahora ya no soy juez y parte.

Desde fuera las sensaciones sobre Ferrol son extrañas y contradictorias. Fuera se añora lo familiar, el origen. Y fuera se siente en la cara el viento de haber escapado de un lugar asfixiante. Desde fuera se sueñan los paisajes de rocas, arena y viento, pero se ve también una ciudad caduca que se niega al progreso social, urbanístico…y laboral, abuelo.

Ferrol y Fuera. Solo dos lugares en el mundo. El que yo haga esta división no es casual. Es la prueba de que soy de aquí, de que conservo rasgos de ese carácter ferrolano que para mí es innegable que existe. Personalidad propia que se resume en una dualidad marcada en el corazón de cada ferrolano: Quedarse o irse.

Yo tomé mi decisión sin tomarla. No es algo que ansiase desde niña como tantos paisanos de las generaciones más jóvenes, pero es verdad que en el momento que la oportunidad de irse a ese otro lugar que es el infinito llega, se tiene la sensación de que ese destino estaba escrito desde que una nació, allá por los años del crepúsculo, allá por el principio del fin.

Ferrol lleva veinte años lamiéndose las heridas de la reconversión. Aquí aparece otra vez ese carácter dual de nuestra idiosincrasia. Los hay que viven como antes, anclados en un orden social que, por suerte, para el resto del mundo ya no existe. Y los hay que continúan hablando de “lo que nos hicieron”, esperando sumisamente a que los mismos que nos hundieron vengan a rescatarles de su conformismo.

galdo-19-aFerrol: El pasado nunca vuelve. Y aunque aquí no lo creamos, esto es bueno, porque nos deja las manos libres para escribir nuestro propio futuro. Y el futuro para esta esquina del mundo, aunque a ninguno se nos ocurra una tercera vía, no es resignarse o escapar. El futuro, como escribió mi abuelo hace cincuenta años, y como mi padre lleva demostrándome veinticinco, es el trabajo, la superación, el inconformismo. Lo que nos quitaron está destruido, reducido a unas cenizas en forma de dinosaurios de hierro, que nos rodean y nos recuerdan lo que fuimos. Quizá sería mejor que se hundieran de una vez por todas en el mar y nos dejasen partir desde cero, ser libres para construir lo que queremos ser mañana sin intentar reconstruir lo que fuimos ayer.

Desde luego, todos hubiéramos querido que la antigua prosperidad no nos fuera arrancada, pero no podemos seguir mirando al enorme muro blanco y decadente y llorando lo que podíamos haber sido hoy si no hubiera pasado lo que pasó.

Y mientras aquí se sigue jugando al tardío franquismo en las terrazas de la calle Real, o lamentándose de que Ferrol Vello se cae y nadie hace nada, de que el Jofre se tuvo que caer literalmente en nuestras narices, de que todos son iguales, no hay derecha ni izquierda, nadie viene a sacarnos las castañas del fuego…a nuestro lado se está levantando la demostración de que tenemos una comarca rica en recursos. El vecino al que nunca se le ha hecho ni caso, silenciosamente se está transformando. Nos está diciendo: Tenemos un proyecto cultural, industrial, de ocio, comercial. Y vosotros seguís varados en el dique dos.

galdo-19-bDe repente surge una idea que me divierte. Una futura comarca llamada Naronterra, cuyo motor económico y atractivo turístico sea un parque temático construido en una autentica ciudad fantasma. Cada edificio convertido en una atracción, cada plaza en un lugar para dar clases de historia a las generaciones futuras: “Regrese al siglo XX, visite FERROLIÑO-DE-TODA-LA-VIDA, el túnel del tiempo”.

Necesitamos una solución creada y ejecutada desde aquí. Bromas aparte, necesitamos unirnos y crear un proyecto nuestro, con ideas nuestras. Ojalá esto sea solo un compás de espera, y todos los jóvenes volvamos un día guiados por esa fuerza silenciosa que hoy nos lleva a huir. Empapados de novedades, de mundo y de fuerza, y trabajemos para levantar un Ferrol completamente nuevo.

galdo-19-cMientras tanto, desde el otro lugar, desde Fuera, sólo se ve una ciudad a la que le han arrancado incluso el futuro de sus hijos, y en la que el mayor debate y objeto de controversia es que hacer con treinta toneladas de bronce, que a unos les recuerdan “aquellos tiempos” y a otros que viven en un lugar decadente. Quitar o no quitar la estatua, otra vez la dualidad.

Desde Fuera, siete años después de haber dejado Ferroliño. En memoria de mi abuelo. En homenaje a mi padre, que nunca se decidió entre quedarse o irse, y se pasó media vida con un pie aquí y otro allá. En agradecimiento al nachiño que me enseño a encontrar el perdón en mi corazón.

 

 

 

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