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Los siete detenidos por el secuestro, durante cinco días, de un empresario de la localidad coruñesa de Cambre, pasarán a disposición judicial a lo largo del domingo, según las previsiones que maneja la Guardia Civil. Tendrán que declarar ante el juez de instrucción de Betanzos, el partido judicial donde se cometieron los supuestos hechos delictivos.
Por el momento, permanecen detenidos en el cuartel de Lonzas, en A Coruña, dando testimonio a los agentes del Instituto Armado, que «siguen avanzando en la investigación». El menor de 14 años de edad, hijo de la mujer que es novia de uno de los cabecillas, ha quedado bajo la custodia de su padre biológico.
Los cabecillas de la organización son dos hermanos, uno de los cuales mantiene una relación con la hija del matrimonio propietario de la vivienda de la parroquia de Xar, en el municipio pontevedrés de Lalín,
Los otros dos detenidos son el hijo de uno de los cabecillas de la organización y un vecino de la vivienda de Lalín donde el empresario permaneció secuestrado y que, en el momento de la entrada de los agentes, se hallaba allí. Dos de los detenidos tienen antecedentes policiales graves —uno de ellos estuvo en prisión por homicidio–.
Cuando los agentes iban a proceder al arresto en Melide (A Coruña) de otras dos personas, éstas intentaron darse a la fuga y acabaron embistiendo a un coche patrulla, pero lograron ser interceptados y detenidos.
Los propietarios de la vivienda donde se mantuvo el cautiverio del empresario tenían conocimiento de lo que ocurría en un galpón de la propiedad.
Asimismo, fuentes de la investigación han ratificado que el empresario secuestrado no mantenía ninguna deuda con sus captores, como ya había dicho su familia. Se reafirman, en cualquier caso, en el móvil económico para obtener los 70.000 euros que pedían los captores y no descartan que incluso la organización pudiese haberse equivocado de persona.
